En espera aún del formato que tendrá la cumbre convocada por el presidente ruso, Dimitri Medvedev, y la participación de la UE, que no debería ir mas allá de una representación técnica, los Representantes de los Estados miembros de la UE, acordaron ayer advertir a las dos partes, “de las graves consecuencias políticas” que se derivarán si esta reunión no arregla la apertura del suministro de gas a Europa.
La UE pide por lo tanto el rápido restablecimiento del aprovisionamiento y manifiesta al mismo tiempo su hartazgo del juego al ratón y el gato, que Rusia y Ucrania están desarrollando en estas ya tres semanas de crisis. “Nos pidieron el envío de observadores para reanudar el suministro, lo hicimos, con un acuerdo de las dos partes, y seguimos en las mismas” declaraban fuentes diplomáticas.
Para esta reunión, la UE “si asiste” estará representada solo por el comisario de la Energía, Andris Piebalgs y el ministro checo de Energía, Martin Ríman, en nombre de la presidencia de turno de la UE, de manera que la UE hablará con una sola voz. Esto no quita que alguno de los países mas afectados por la falta de aprovisionamiento también participe.
La Comisión Europea (CE) por su lado insistió en que esta reunión es la “última oportunidad”, para que ambos países demuestren que son fiables y capaces de solucionar la crisis del gas. En caso de que no haya acuerdo, la CE anunció que propondrá la revisión de las relaciones con esos dos países.
Coste
La guerra del gas entre Rusia y Ucrania esta teniendo un coste de miles de millones de euros para la economía de la UE, por lo que ayer de nuevo la CE, por su portavoz, insistió, en que las empresas energéticas europeas afectadas por este desabastecimiento emprendan acciones legales, contra las empresas Gazprom, rusa, y la ucraniana Naftogaz.
Las empresas europeas de gas no pueden vender el gas, por un montante de unos 150 millones de euros al día. Las empresas productoras de electricidad están también perdiendo cientos de millones de euros al día, según un cálculo de la Agencia Europea de la Energía. Y en los países mas afectados, como Bulgaria, Eslovaquia o la República Checa, este desabastecimiento esta obligando a sus empresas a reducir su cadencia de fabricación.
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