martes, 2 de diciembre de 2008

OTAN busca una posición común en sus relaciones con Rusia, Ucrania y Georgia

Los cancilleres de la OTAN buscan el martes en Bruselas superar sus divisiones sobre la estrategia a adoptar ante Rusia y el grado de apertura de la Alianza Atlántica frente a las dos ex repúblicas soviéticas, Georgia y Ucrania.
A cuatro meses del breve conflicto armado que opuso del 7 al 12 de agosto a georgianos y rusos, la perspectiva de un ingreso rápido de Ucrania y Georgia en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es casi nula, así como también la de una normalización completa de las relaciones con Rusia.
Una mayoría de la opinión pública ucraniana se opone a la OTAN y el caso georgiano se complicó por el reconocimiento unilateral de la independencia de sus regiones separatistas de Abjasia y Osetia de Sur por parte de Rusia, réplica de Moscu al apoyo de Occidente a la soberanía de Kosovo.
Incluso Estados Unidos, que busca presionar al final de la administración del presidente George W. Bush para volver irreversibe la adhesión de las dos ex repúblicas soviéticas a pesar de la oposición de Moscú, reconoció que esa iniciativa llevaría "años".


"Nadie dijo que uno de esos países podría estar listo a entrar en la OTAN mañana. Antes, necesitarán efectuar grandes reformas", declaró el lunes el portavoz de la OTAN, James Appathurai.
En la cumbre de la OTAN de abril pasado en Bucarest, un conjunto de países aliados encabezados por Francia y Alemania había bloqueado el acceso de Georgia y Ucrania al Plan de Acción con vistas a la Adhesión (MAP), primer paso para entrar en la Alianza Atlántica.
A pocos días de la reunión de cancilleres del martes y miércoles en Bruselas, la secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice, reconoció que la cuestión del MAP no se plantearía por el momento.
El camino propuesto ahora por Rice es transformar dos órganos de cooperación (las comisiones OTAN-Georgia y OTAN-Ucrania) para intensificar el diálogo y las actividades con esos dos países.
Pero Alemania sospecha de esta iniciativa y quiere garantizarse que no se trata de esquivar el MAP para acelerar la adhesión de Georgia y Ucrania.
Estas diferencias hacen que el comunicado final de la reunión ministerial de Bruselas aún esté inconcluso, según fuentes diplomáticas.
Tras dos semanas de discusiones y 18 versiones, la OTAN seguía dividida el martes por la mañana sobre los términos de su declaración por lo que los cancilleres deberían solucionar el tema por sí mismos, salvo acuerdo de último minuto, indicaron otras fuentes.
Al mismo tiempo, los ministros de Relaciones Exteriores decidirían una reanudación parcial de los contactos OTAN-Rusia, congelados tras el conflicto ruso-georgiano de agosto, aunque sin avanzar hasta una normalización completa.
Los aliados de Estados Unidos son conscientes de la posibilidad de un cambio de política exterior norteamericana una vez que el 20 de enero asuma el presidente electo, el demócrata Barack Obama, más allá de que estén a favor o en contra de frenar la escalada con Moscú

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