lunes, 13 de octubre de 2008

Crisis política en Ucrania arrastra al poder judicial

Moscú, 11 oct (PL) La crisis política en Ucrania parece entrar hoy en un callejón sin salida por las profundas discrepancias que cobran cada vez más fuerza entre el presidente del país, Víctor Yuschenko, y su jefa de gabinete, Yulia Timoshenko.
El decreto presidencial sobre la disolución de la Suprema Rada firmado por Yuschenko en la semana que concluye no puso fin a la guerra por el poder dentro del Ejecutivo.
La coalición gobernante cesó el pasado 3 de septiembre, tras poco más de un año de desencuentros entre Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular y el Bloque Timoshenko. El plazo de 30 días otorgado por el jefe de Estado para conciliar un nuevo pacto tampoco dio frutos.
Juristas del bloque de Timoshenko presentaron una querella ante los tribunales en contra de la convocatoria a elecciones anticipadas en el parlamento. De manera que la puja pasa al ámbito legal y muchos ucranianos se preguntan quién ganará al final.
La situación tiende a complicarse luego del despido del juez que acogió la demanda, mientras otros tres magistrados permanecen bajo vigilancia de agentes especiales, informó la agencia UNIAN.
Por otra parte, la Comisión Central Electoral (CCE) congeló este sábado el inicio de la campaña por los comicios fijados para el 7 de diciembre debido al pleito presentado al decreto pertinente.
El diputado de la fracción de Timoshenko, Vladimir Polipenko corroboró hoy la decisión del tribunal administrativo de Kiev de aceptar la querella para un análisis en esa instancia.
Poco antes la primera ministra había asegurado ante la televisión que el país no celebrará elecciones parlamentarias como anunció hace dos días el presidente, por considerarlas peligrosas e inoportunas.
Timoshenko dijo que no había dinero para esos comicios y que las leyes actuales no respaldaban las consultas parlamentarias, a lo cual se suma, según ella, el rechazo de la mayoría de los diputados.
El mandatario exigió en la fecha a la jefa de gabinete asignar financiamiento del fondo de reserva del Gobierno para las elecciones, debido a que al estar inhabilitado el Parlamento no puede votar por ampliaciones presupuestarias.
La CCE necesita unos 85 millones de dólares para la actual campaña y como están las cosas parece imposible hallar otra variante, comentó a la sazón la representante del organismo Tatiana Lukash.
En un giro inesperado de los acontecimientos, el organismo electoral se negó por dictamen del tribunal a cumplir el decreto presidencial.
Los miembros de la CCE siempre hemos respetado la legislación y por eso cumpliremos la decisión de la corte judicial, explicó la vicepresidenta de la instancia Zhanna Usenko-Chernaya.
El veredicto de la corte de Kiev no solo detiene la campaña, sino que prohíbe al organismo correspondiente la celebración de cualquier reunión asociada con la organización de las justas.
Sin embrago, no es la primera vez que la justicia ucraniana cede a las presiones del presidente Yuschenko, como ocurrió también con un decreto contra la Suprema Rada en 2007.
De ahí que en cualquier momento pueda ocurrir un cambio de la situación a favor del gobernante, en caso de que el Tribunal de Apelaciones de Kiev de el beneplácito a una queja del secretariado del presidente.
Para el opositor partido de las Regiones, el bloque de Timoshenko se aprovecha de la “tecnología legal” para preparar la toma del poder por la fuerza.
El diputado Serguei Levochkin acusó a la fracción de la primera ministra de tener control sobre los representantes del poder judicial en Ucrania, al punto de que algunos magistrados pueden adoptar una decisión favorable sobre cualquier asunto de la vida nacional, dijo.
Lo que si está claro que el centro de gravedad en la lucha por el poder en Ucrania continuará por largo tiempo entre Yuschenko y Timoshenko, en un pasado aliados en la denominada revolución naranja, y enfrentados hoy por ambiciones políticas.

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