martes, 18 de enero de 2011

Navidad a 3.300 kilómetros

Los niños y niñas ucranianos que pasan algo más de un mes con familias navarras, ayer en el Ayuntamiento de Pamplona.

Los niños y niñas ucranianos que pasan algo más de un mes con familias navarras, ayer en el Ayuntamiento de Pamplona.

PASAR parte del invierno en familias de acogida de Navarra ha sido el mejor regalo navideño para 29 niños y niñas ucranianos de entre 6 y 16 años. Los pequeños, que llegaron el 18 de diciembre, están disfrutando de algo más de un mes en la Comunidad Foral, dónde permanecerán hasta el 22 de enero. La ONG navarra, Arco Iris Solidario, es la encargada de facilitar los trámites de todos aquellos que desean participar en la acogida. Esta organización es la única que permite la llegada de menores extranjeros a hogares navarros durante el invierno.

Nerea Corera, presidenta de Arco Iris Solidario, explicó que son ellos los que realizan "las gestiones en Ucrania, como conseguir el visto bueno de las directoras de los orfanatos o la aprobación del Ministerio de Educación. También nos encargamos de los visados y de los trámites aquí, ya que todo tiene que pasar por Bienestar Social y por la Policía". Además de esta importante gestión administrativa, la organización también se encarga de buscar la financiación necesaria para poner en marcha el proyecto.

Aunque es una época complicada económicamente, sigue habiendo muchas familias que están encantadas de acoger a los pequeños. "Estamos muy contentos por la solidaridad de los navarros y ya tenemos algunos interesados en repetir en verano", aseguró Corera. El primer viaje corre a cargo de la ONG, pero si quieren repetir deben costearlo las familias. Además "son chavales que necesitan que se les costee la manutención y el vestuario", comentó Corera.

MUCHOS REPITEN A pesar de que el coste del viaje aumenta los gastos del primer recibimiento, la mayoría desean que vuelvan a pasar otras temporadas junto a ellos. Luis Zugasti es uno de los muchos ejemplos de padre de acogida solidario . Con ésta, ya son cinco las veces que han acogido al mismo pequeño. Esta continuidad les permite acompañar su crecimiento y les ayuda a madurar y a conocer otras culturas, al tiempo que aprender castellano. Zugasti se mostró dispuesto a repetir una vez más, aunque no estaba seguro de que fuera posible. "Si le dejan, repetiremos pero a veces que el orfanato no les da permiso", aseguró.

Por su parte, Paquita Arrarás vive desde hace cinco años en Ucrania junto a su marido Félix Larrea, donde colaboran como misioneros. Su hermana ha participado en esta campaña invernal de acogida. Para Arrarás, "la familia allí no existe tal y cómo la conocemos aquí. El padre se desentiende de los hijos y es la madre y la abuela la que se encargan de su educación". Arrarás, considera que estas acogidas benefician mucho a los chavales porque "ven otra cultura y otra forma de ver y de hacer las cosas que les enriquece mucho". Resulta evidente que los chavales están felices aquí, pero pronto tendrán que regresar a sus orfanatos. Algunos de ellos, según explican desde Arco Iris Solidario, se hallaban en unas "condiciones insalubres" pero gracias a la generosa aportación de los socios han conseguido mejorar los hogares de los niños y niñas que viven en ellos.

La alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, recibió ayer a los chavales y sus familias de acogida, junto con otros concejales como Uxue Barcos, Javier Ayesa, Javier Lorente, Maite Esporrín, Paz Prieto o Isabel Aranburu entre otros. Los pequeños recibieron un regalo de los miembros del ejecutivo municipal que , a su vez, obsequiaron a la alcaldesa con un ramo de flores y una figura típica de su tierra.

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