Estimulada por el éxito de sus menores, del equipo sub 17 en Nigeria y por la solvencia con la que obtuvo su pasaporte en la fase de clasificación, Suiza afronta en Sudáfrica su su novena participación mundialista centrado en paliar el gris papel desarrollado en la última Eurocopa, donde compartió con Austria la condición de anfitrión.
Carece de trascendencia internacional el combinado helvético, que fija sus logros en los octavos de final obtenidos en Estados Unidos 1994 y Alemania 2006. En el torneo germano, no recibió un sólo gol en los cuatro partidos que disputó y que abandonó por el lanzamiento de penaltis ante Ucrania. Es el único equipo en la historia de un Mundial imbatido en el transcurso de un torneo.
Suiza encara en Sudáfrica su segunda presencia consecutiva de la mano del prestigioso preparador alemán Ottmar Hitzfeld, que asumió las riendas del combinado helvético en lugar de Jakob "Köbi" Kuhn, que abandonó el puesto después de siete años, tras la sombría actuación en la Eurocopa.
La presencia de Hitzfeld, otrora preparador del Grasshoppers helvético, donde estuvo siete años antes de acudir a la llamada del Borussia Dortmund y Bayern Munich, ha dotado de carácter a Suiza, aún sostenida por emblemáticos futbolistas conjuntada con la savia nueva que proporcionan las categorías inferiores.
En este nivel, los suizos lograron hace un mes el mayor éxito de su historia con la conquista del Campeonato del Mundo sub 17, en Nigeria, tras superar en la final al conjunto anfitrión, hasta ese momento campeón.
Entre sus jugadores más destacados, está el delantero de origen tunecino Nassim Ben Khalifa, jugador del primer equipo del Grasshopper.
El cambio generacional impuesto por Hitzfeld ha sido paulatino pero evidente. En la portería, por ejemplo, terminó con la trayectoria de Pascal Zuberbühler en lugar de Diego Benaglio, que asumió la responsabilidad en la meta durante el trayecto hacia el Mundial, en el que Suiza quedó primero de su grupo.
El cuadro helvético saldó con seis victorias, tres empates y una derrota su paso por la fase de clasificación. Sólo cayó ante Luxemburgo, en la segunda jornada. Y superó en la tabla a Grecia, que tuvo que ganarse su puesto mundialista en la repesca.
Los defensas Stephan Lichtsteiner, del Grassophers, Phillip Senderos, del Arsenal, Stéphane Grichting, del Auxerre; los centrocampistas Benjamin Huggel, del Basilea, Tranquillo Barnetta, del Bayer Leverkusen, Gokhan Inler, del Udinese italiano, o el futbolista de origen turco, Hakan Yakin, del Lucerna y los delanteros, como el atacante del Twente, de origen congoleño Blaise N'Kufo, un fijo, Eren Derdiyok, del Bayer Leverkusen o el veterano Alexander Frei, del Basilea, forman la base del equipo de Hitfield, que también ha contado notablemente con jugadores como Christoph Spycher, defensa del Eintracht Francfort, Gelson Fernandes, centrocampista del Saint Etienne, Johan Vonlanthen, de origen colombiano, el zaguero Ludovic Magnin, del Stuttgart o Marco Paladino.
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