viernes, 4 de diciembre de 2009

Kiev espera que la cumbre constate que Ucrania se acerca a la Unión Europea

Kiev, 3 dic (EFE).- El Gobierno ucraniano expresó hoy la esperanza de que la Unión Europea (UE) en su cumbre de mañana viernes con Ucrania constate los avances conseguidos por el país en el camino de su integración europea.

"Esperamos que la cumbre sea un importante acontecimiento que confirme que Ucrania se acerca a la UE con pasos concretos, pragmáticos y seguros", declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano en un comunicado.

Según la Cancillería, la cumbre con la UE -con la que Ucrania negocia un acuerdo de asociación que incluiría un tratado de libre comercio-, suscita interés debido a que se celebra apenas tres días después de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa comunitario.

"La parte europea muestra su disposición política de concertar cuanto antes con Ucrania el acuerdo de asociación, que incluya una zona de libre comercio, pero para ello deben darse las condiciones, es decir que Ucrania debe ´hacer los deberes´", señaló por su parte el jefe adjunto de la diplomacia ucraniana, Konstantín Eliséyev.

En particular, el Parlamento ucraniano, ahora semiparalizado por las luchas entre las fuerzas políticas, debe aprobar una serie de leyes pendientes, mientras el Gobierno debe reformar determinados sectores de la economía nacional para que el país pueda participar de forma eficaz en la zona de libre comercio con la UE.

El diplomático indicó además que en la cumbre se analizarán las perspectivas de cooperación dentro de la iniciativa comunitaria de "Asociación del Este" con Ucrania, y otros cinco países ex soviéticos: Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia y Moldavia.

Eliséyev informó de que la agenda de la cumbre incluirá tanto asuntos bilaterales y regionales como cuestiones relativas a los "desafíos globales", como la crisis económica, la seguridad energética y el cambio climático.

También se abordará la cooperación en política común de seguridad, en el comercio, el transporte, la energía, la ecología y la política de visados, que Ucrania pide liberalizar gradualmente hasta la total supresión de visas comunitarias para sus ciudadanos.

"La inclusión de estos asuntos en la agenda es otro testimonio de que la UE percibe a Ucrania como importante socio con el que debe no solo intercambiar opiniones, sino también coordinar posturas y crear enfoques comunes para preparar respuestas a esos desafíos", dijo.

Agregó que la cumbre se celebra en vísperas de las elecciones presidenciales ucranianas del próximo 17 de enero, por lo que los dirigentes comunitarios aprovecharán la ocasión para informarse de la situación actual y posibles cambios en el país.

El viceministro aseguró que los comicios se celebrarán de forma democrática" y que, sea cual sea su resultado, "no cabe duda de que el rumbo y la estrategia de integración de Ucrania en la UE seguirán inamovibles", según la agencia Unian.

"Todos entienden que esta política no es un capricho de un día, de una persona o de una sola fuerza política, sino un imperativo del desarrollo del Estado ucraniano", enfatizó.

El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, expresó el mes pasado al presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, el apoyo de España al acercamiento de su país a la UE.

En su primera visita oficial a Kiev, Moratinos aseguró que España, que presidirá la UE en el primer semestre de 2010, considera a Ucrania un Estado de gran importancia geoestratégica, que debe participar activamente en la construcción del nuevo espacio de seguridad europea.

Aunque el Gobierno de Kiev sigue llamando "cumbre" la reunión con los dirigentes comunitarios, a la misma no asistirá el recién nombrado presidente estable del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, ni la nueva Alta Representante de la Política Exterior de la Unión Europea, la británica Catherine Ashton.

La delegación de la UE la integrarán el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, que ostenta en la actualidad la presidencia de la Unión; el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Barroso, y la comisaria europea de Exteriores, Benita Ferrero-Waldner. EFE bk-si/ma

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