Bruselas/Roma.- Una veintena de países aliados de Estados Unidos anunciaron hoy que enviarán más de 5.000 soldados adicionales a Afganistán, apenas 48 horas después de que el presidente Barack Obama hiciese público el envío de 30.000 militares al país asiático.
"Basándonos en lo que hemos escuchado en las últimas 24 horas creo que podemos estar seguros al decir que superaremos ese número. Estamos por encima de los 5.000", aseguró el portavoz de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), James Appathurai, en Bruselas.
En la cifra que hoy anunció el portavoz de la OTAN no están contabilizadas las aportaciones de países que, como Alemania, no decidirán sobre tropas adicionales hasta después de la conferencia sobre Afganistán que se celebrará el 28 de enero en Londres.
El ministro del Exterior alemán, Guido Westerwelle, cree que aún no es tiempo de debatir un aumento de tropas germanas. Agregó que ello "no tiene sentido ni conveniencia" antes de la conferencia.
"El gobierno norteamericano tampoco espera de nosotros una respuesta antes de hablar en la conferencia de Afganistán también con nuestros aliados, pero sobre todo también con el gobierno afgano".
El gobierno italiano afirmó este jueves estar dispuesto a enviar otros 1.000 soldados, indicó el ministro de Defensa, Ignazio La Russa, tras una sesión de gabinete en Roma. Agregó que las tropas serán enviadas con un mandato limitado. Roma participa actualmente con 2.800 soldados en la misión.
En las conversaciones de este viernes, los ministros de 28 países de la OTAN quieren dejar claro que el aumento de tropas es la condición de una pronta retirada. "No queremos quedarnos un día más de lo necesario", afirmó el ministro del Exterior polaco, Radek Sikorski. "Eso muestra al gobierno afgano que no estaremos eternamente allí y que realmente deben avanzar con la construcción de capacidades propias".
"La contribución de tropas es sólo la guinda de la torta. Los otros objetivos a ser cumplidos son clave: la presión en el lado paquistaní de la frontera, el aumento del desarrollo, mayor protección para civiles y sobre todo la formación de la policía afgana", agregó.
El ministro del Exterior de Luxemburgo, Jean Asselborn, dijo: "Habremos ganados en Afganistán cuando los talibanes sean parte del gobierno afgano. Es decir, cuando los talibanes acepten ser parte de un proceso de democratización". "Debemos definir una estrategia, y no puede limitarse a medidas militares", dijo.
Todos los 30.000 soldados norteamericanos adicionales serán parte de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), afirmó el portavoz de la ISAF, el general de brigada canadiense Eric Tremblay, en Bruselas.
En la actualidad, la ISAF cuenta con 83.500 soldados procedentes de casi medio centenar de países. De ellos, 44.600 han sido enviados por Estados Unidos, que además cuenta con otros 20.000 efectivos en Afganistán fuera de la ISAF. Los refuerzos norteamericanos serán utilizados especialmente en el sur, este y noreste del país.
Se espera que Reino Unido envíe otros 500 soldados. Polonia colaboraría con 600 efectivos adicionales, España con 200, Portugal con 150 y la República Checa con 100. Georgia, que no es miembro de la OTAN, estaría dispuesta a enviar más de 1.000 soldados.
Tanto la OTAN como la ISAF admitieron hoy que sigue habiendo notables deficiencias en lo que se refiere a instructores destinados a preparar a los militares y policías afganos.
La formación de las Fuerzas Armadas afganas es una premisa fundamental para que en el futuro las tropas internacionales puedan retirarse del país asiático. El próximo año se necesitarían 103 grupos de instructores para las Fuerzas Armadas, pero actualmente sólo se cuenta con 62. Se calcula que faltan 1.000 instructores para el Ejército y 2.000 para formar a la policía.
"A no ser que podamos cumplir con la misión de entrenamiento en Afganistán, será difícil hacer realidad una transición dentro de los plazos que prevemos", dijo Appathurai.
El gobierno turco no quiere enviar tropas de combate a Afganistán. Ankara no quiere cambiar su política actual de no buscar la confrontación directa con los talibanes, afirmó el ministro de Defensa turco, Vecdi Gnl.
Como el único país con una mayoría de población musulmana en la OTAN, Turquía prefiere impulsar la formación y reconstrucción en Afganistán, sin involucrarse en combates. Actualmente hay más de 1.700 soldados turcos estacionados en Afganistán.
Por otro lado, la OTAN pidió a Ucrania y a Georgia progresos para admitirlas en la alianza.
Rasmussen instó a Ucrania a implementar reformas políticas y celebrar unas elecciones libres y justas en enero.
La inestable situación política, marcada por luchas internas, en que está sumido el país, preocupa a los miembros de la OTAN.
El jefe de la diplomacia ucraniana, Petro Poroshenko, admitió que "la prosperidad y el bienestar" del pueblo ucraniano "sólo puede garantizarse mediante cambios democráticos reales y profundos".
Con respecto a Georgia, el otro candidato a ingresar en la alianza, Rasmussen pidió al ministro Grigol Vashadze una mejora de las relaciones entre Tbilisi y sus vecinos para garantizar la propia seguridad del país.
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