jueves, 19 de noviembre de 2009

Medvédev no disipa los temores de Europa a otra 'guerra' del gas en enero

El reproche que le lanzó al presidente Dmitri Medvédev el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, cuyo país ejerce este semestre la presidencia europea, sobre la «preocupante» situación existente en Rusia en materia de derechos humanos tensó mucho la atmósfera durante la XXIV cumbre Rusia-UE, celebrada ayer en Estocolmo. Para Medvédev, sin embargo, el tema más «relevante» fue el cambio climático, el único punto del orden del día en donde, aparentemente, Moscú ha cedido algo. Reducirá las emisiones de dióxido de carbono hasta el 25%, en lugar del 10-15% previsto en un principio.
Mientras, la parte europea centraba todos sus esfuerzos en lograr que los suministros de gas ruso al continente queden garantizados sin los sobresaltos de los últimos años. El pasado enero, precisamente, se produjo la peor crisis de desabastecimiento habida jamás. Los cortes en el suministro afectaron a toda Europa y duraron dos semanas.
Carta Energética
Pero Medvédev no ha disipado los temores a que se repita lo mismo al comenzar el 2010, cuando deberá estar firmado un nuevo contrato entre Moscú y Kiev con los nuevos precios. Por Ucrania pasa el 80% del gas ruso con destino a la UE. «Hemos hablado de grandes proyectos energéticos», afirmó el presidente ruso refiriéndose a los gasoductos North Stream y South Stream, con los que Rusia pretende evitar el tránsito a través de Ucrania. Pero las obras, en ambos casos, durarán todavía unos cuatro años.
Medvédev reiteró que la actual Carta Energética, suscrita en 1991 por 51 países para fomentar la transparencia y la libre circulación de capitales en el mercado de la energía, no satisface a Rusia y llamó a redactar otra. En definitiva, lo único que el Kremlin propone a Bruselas es dar créditos a Ucrania para que pueda pagar el gas, con lo que, según el primer ministro, Vladímir Putin, Rusia evitará tener que cerrar la llave. Putin ha advertido muchas veces que, en caso contrario, Europa volverá a tiritar de frío este invierno y ayer Medvédev no dio esperanzas de que no vaya a ser así. Eso sí, el pasado lunes se acordó en Moscú la creación de un mecanismo de alerta energética temprana. Al menos para que los cortes no le cojan a nadie desprevenido.

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