El Gobierno activará un protocolo para gestionar crisis de incidentes como el del Alakrana –para institucionalizar prácticas eficaces de comunicación con instituciones, entidades o particulares implicados–que en los próximos días someterá al estudio de los grupos parlamentarios. Así lo anunció ayer, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien aseguró que el Ejecutivo ha cumplido la ley “de manera escrupulosa” en la gestión del secuestro.
Por eso, dijo que el Gobierno está “razonablemente satisfecho”, y añadió que supieron “en todo momento donde estaba la tripulación”, incluso el día que los secuestradores anunciaron que habían bajado a tierra a tres de los marineros, aunque sus informaciones se centraron en “garantizar la seguridad” de los secuestrados.
Durante su comparecencia de ayer en el Congreso, De la Vega también informó de que España intentó ayudar desde el primer momento al Gobierno de Ucrania para liberar al pesquero Ariana, secuestrado desde hace seis meses en agua del Índico por el mismo grupo que retuvo al buque español. Además, reveló que se intentó, al asistir al atunero español, liberar también “a alguno de sus tripulantes”, pero no se consiguió.
La vicepresidenta dijo que “hoy mismo (por ayer) el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero ha trasladado al presidente griego nuestro apoyo y todos nuestros medios para ayudar a liberarlo”.
Con respecto a la detención de los dos piratas, Fernández de la Vega insistió en que no fue “una opción”, sino una “obligación legal” y criticó que hay quien “no ha dejado pasar la oportunidad” de abrir “polémicas interesadas” sobre este asunto, en el que se ha cumplido la ley. También insistió en que se informó con detalle desde el comienzo a todas las partes afectadas, como las familias, el armador, los presidentes del País Vasco y Galicia, y los partidos, incluido el PP.
Sin embargo, la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, criticó la “descoordinación, opacidad, mentira” y las “contradicciones” en la gestión del Gobierno durante el secuestro. Por eso, recomendó a la vicepresidenta que asuma su responsabilidad “por vergüenza propia”, antes de que el Congreso vote su reprobación.
Mientras, Rodríguez Zapatero expresó su total respaldo a la vicepresidenta y defendió que es la actitud que ha tenido el PP la que debe evaluarse.
Aunque no quiso apuntar nada sobre el rescate, dijo que al CNI “no se le tima así como así”, en relación a las informaciones que apuntan al pago por parte de este Centro Nacional de Inteligencia de un rescate concreto por tres de los tripulantes desembarcados.
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