jueves, 22 de octubre de 2009

Carles Torras refleja la insatisfacción juvenil en la sociedad basura

Barcelona. (EFE).- El director catalán Carles Torras retrata en su última película, Trash, a una generación de jóvenes sumida en una crisis de valores y en la que el combinado de sexo, drogas y rock&roll parece la única vía de escape para sus insatisfechos protagonistas.

El título, basura, resume sintéticamente el leitmotiv de este filme coral, donde una quincena de personajes afrontan su miedo a madurar con una consecución de hábitos de "usar y tirar" del que, evidentemente, el amor no escapa.

"Vivimos en una sociedad de comida basura, de telebasura y, como no, de amor basura. Usamos a las personas mientras nos sirven por puro egoísmo", reflexiona el director.

Rodada en tan solo cinco semanas y cámara en mano, el largometraje sitúa la acción en más de cien localizaciones de la ciudad de Barcelona, además de algún viaje a Ucrania.

Para Óscar Jaenada, que interpreta a un joven músico adicto a la cocaína, la verdad que desprende la película la convierte en un "grandísimo" proyecto.

La noche, la fiesta, el alcohol, las drogas o los tranquilizantes visten este retrato generacional de Torras, quien ya codirigió, junto a Ramón Térmens, la historia de tres jóvenes frustrados en Joves (2004).

No hay comentarios: