sábado, 23 de mayo de 2009

Rusia y Ucrania, al borde de nueva disputa por el gas: fuent

ASTANA (Reuters) - Rusia y Ucrania están al borde de una nueva disputa por el gas, dijo el jueves una fuente del Gobierno ruso, al agregar que el enfrentamiento ahora giraba en torno a las existencias gasíferas ucranianas para garantizar un tránsito fluido a Europa.

"(La compañía de energía ucraniana) Naftogaz ya recibió pagos por adelantado por el tránsito de gas ruso para todo el 2009", dijo la fuente en condición de anonimato.

Los comentarios trascendieron antes de las conversaciones entre el primer ministro ruso, Vladimir Putin, y su contraparte ucraniana, Yulia Tymoshenko, programadas para el viernes en la capital kazaja.

"Si Ucrania no puede resolver el problema del almacenamiento de gas en el verano, significa que Naftogaz no podrá cumplir con sus obligaciones de tránsito a los clientes europeos este invierno", dijo la fuente.

"En principio, podemos llegar a la conclusión que estamos al borde de una crisis", añadió.

Naftogaz dijo que no había motivos para que emerja una nueva crisis.

"La situación financiera de Naftogaz es estable y no existen motivos para que vuelva a aparecer otra crisis", dijo el portavoz de la compañía, Valentyn Zemlyanski.

Rusia, que provee un cuarto del gas europeo principalmente a través de territorio ucraniano, interrumpió dos veces el suministro en los últimos años debido a disputas por las tarifas, en medio de tensas relaciones políticas entre Moscú y Kiev.

Las interrupciones tuvieron efectos graves en el suministro de gas al continente, sobre todo en enero del 2009, e intensificaron los llamados dentro de la UE para lograr una mayor diversificación del suministro de energía.

La disputa de enero se resolvió después de maratónicas negociaciones entre Putin y Tymoshenko, que en ese entonces dijeron que el nuevo acuerdo por los precios y el tránsito para el 2009 garantizaba que no se volvería a repetir otra crisis.

Pero las señales de otra nueva disputa aparecieron después de que Kiev firmó en marzo un acuerdo con la Unión Europea para revisar su antiguo sistema de gasoductos, desatando una dura reacción de Moscú, que reclamó que debía estar involucrado en el acuerdo como un proveedor clave de gas.

(Reporte adicional de Pavel Polityuk, escrito por Dmitry Zhdannikov; Editado en español por Marcel Deza)

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