El Ministro del Interior de Ucrania, Yuri Lutsenko, protagonizó un sonado altercado a su llegada, el lunes, al aeropuerto de Francfort, procedente de Kiev. Lutsenko, que viajaba a Seúl con trasbordo en Francfort en compañía de su hijo Oleksandr, de 19 años de edad, llegó al aeropuerto en estado de embriaguez, informó ayer el diario alemán "Bild". Cuando el Comandante del avión se negó a aceptar a los pasajeros ebrios alegando "riesgos de seguridad", el Ministro y su hijo protestaron.
Según "Bild", la intervención de la policía para impedir el embarque, subió de tono el incidente. Lutsenko y su hijo habrían gritado y arrojado sus teléfonos móviles. Hubo forcejeos en los que tres personas y un agente resultaron "heridos", señalaba el diario. El hijo fue esposado y sometido a un control de alcoholemia, en el que dio positivo, según el informe, y el Ministro eludió tal trato mostrando su pasaporte diplomático. Siguió una discusión de más de una hora en la que se personó el vicejefe de la policía del estado de Hessen, al que Lutsenko exigió excusas. Más tarde, los ucranianos tomaron otro vuelo hacia Seúl.
En Kiev este incidente ha desencadenado una pequeña tormenta política. El nivel de indignación parece ser directamente proporcional al nivel de animadversión política hacia el Ministro de quien la expresa. El Presidente, Viktor Yushenko, ha pedido a la primera ministra Yulia Timoshenko que organice una investigación y le ha dado dos días de plazo. Lutsenko fue aliado del Presidente, pero en los últimos meses se alinea con Timoshenko, con lo que la instrucción presidencial tiene una lectura política. Sin apenas conocer los detalles, la prensa rusófoba de Ucrania, opuesta a la línea del Ministro, pide la dimisión de Lutsenko. Los compañeros de grupo parlamentario del Ministro son mucho más indulgentes, o consideran el exagerado el escándalo.
"Si por cada diputado que apareciera bebido en la calle tuviéramos que iniciar una investigación interna en el grupo parlamentario, en un mes nos quedaríamos sin diputados, tendríamos que disolvernos como fuerza política, porque, por lo que se, no tenemos diputados abstemios", declaró ayer tarde a la agencia "Rosbalt" el diputado Gennadi Moskal, del grupo parlamentario "Nuestra Ucrania – autodefensa popular" al que pertenece Lutsenko.
La respuesta del diputado refleja también algo más que complicidad política con el aparente traspiés del Ministro. En materia de excesos etílicos, la cultura ruso-eslava es mucho menos estricta, y considerablemente más tolerante de lo habitual en Europa occidental. Para rusos y ucranianos consumir alcohol en cantidades generosas en los aviones es algo bastante frecuente.
En un aparente intento de cubrir al jefe, el Ministerio del Interior ucraniano ha negado que el incidente tuviera lugar. Lutsenko y su delegación, simplemente, "llegaron tarde" a la conexión aérea que debían tomar, perdieron el vuelo y tomaron otro avión más tarde, señaló un portavoz en Kiev. Estos desmentidos han provocado reacciones en Alemania, donde la policía del aeropuerto de Francfort ha tenido que confirmar el incidente, así como que el Ministro y su hijo estaban borrachos y protagonizaron un altercado que fue reflejado en el correspondiente atestado. Lo único que la policía no ha confirmado ha sido la afirmación de "Bild" de que el hijo del Ministro dio un 0,3% de alcohol la prueba de alcoholemia
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