jueves, 29 de enero de 2009

Científicos españoles aclaran el origen del brillo de un quásar muy lejano

Un grupo de investigadores españoles (en colaboración con astrónomos de Rusia y Ucrania) ha conseguido explicar el origen de las variaciones rápidas en el brillo de un quásar.

EFE Se trata de un cuerpo celeste muy lejano, a unos 9.000 millones de años luz y de apariencia estelar.

En concreto, estos científicos, que publican sus hallazgos en la revista "Astronomy y Astrophysics", han analizado, a través del telescopio Liverpool en La Palma (Canarias), el quásar Q0957+561 (estos número marcan su posición en el cielo, en la dirección de la constelación de la Osa Mayor), según ha explicado a Efe Luis Julián Goicoechea.

Este investigador de la Universidad de Cantabria ha detallado que el origen de las variaciones en el brillo está en el propio quásar y no proviene de agentes externos, como hasta ahora se defendía por ciertos grupos de investigación.

Estos agentes externos pueden ser planetas o estrellas que pueblan una galaxia entre la fuente de luz (quásar) y la Tierra.

Por ejemplo, la gravedad de un planeta es capaz de desviar los rayos de luz del quásar y provocar que se vea un brillo mayor (efecto microlente gravitatoria).

Q0957+561 se descubrió hace 30 años y hasta ahora no se había podido conocer en profundidad el origen de las fluctuaciones del brillo, para cuyo esclarecimiento los científicos han comparado las dos imágenes del mismo objeto, debidas al efecto lente gravitatoria de un cúmulo de galaxias.

Este efecto lente, descubierto ya hace años y parecido a los espejismos que se observan en un desierto, se produce debido a que una concentración enorme de masa, como la que se encuentra en el cúmulo de galaxias entre el quásar estudiado y la Tierra, puede desviar los rayos de luz y producir dos imágenes de un solo objeto.

"Hemos observado que lo visto en la imagen A se repite casi exactamente en la imagen B al cabo de 14 meses", ha dicho Goicoechea, quien ha agregado que lo que "nos está diciendo es que esas variaciones de brillo son causadas por fluctuaciones en la luminosidad del quásar".

Además, este estudio, según Goicoechea, arroja otro descubrimiento: "es muy poco probable" la existencia de una población importante de planetas en el halo de la galaxia que se encuentra entre el quásar analizado y la Tierra.

De esto se desprende también que "la materia oscura debe estar distribuida de forma suave y no formando estructuras condensadas, como planetas o agujeros negros de masa estelar".

El quásar es un cuerpo celeste de pequeño diámetro angular y gran luminosidad, que emite grandes cantidades de radiación en todas las frecuencias.

Los quásares residen en el centro de ciertas galaxias y seguramente son consecuencia de la presencia de un agujero negro con decenas, cientos o miles de millones de masas solares.

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