Bruselas, 23 ene (EFE).- El presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, expondrá al presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, el descontento comunitario con la crisis del gas natural ruso y la disposición de Bruselas a cooperar para evitar nuevos cortes del suministro.
Esa crisis "nos ha dejado grandes dudas respecto al aprovisionamiento de gas desde esa parte de Europa", afirmó Barroso en unas declaraciones a un grupo de periodistas, en las que dijo que se ha generado una "falta de confianza" en la UE respecto a esos suministradores.
Barroso y Yúschenko se reunirán en Bruselas el próximo martes, en la primera visita a la capital europea de un responsable de uno de los dos países protagonistas de la crisis del gas natural ruso.
A pesar del descontento, Barroso añadió que expresará a Yúschenko la disposición de Bruselas a trabajar con Ucrania "en el futuro para evitar situaciones como ésta" y dijo que una lección es que la UE debe cooperar más con los países situados en su frontera oriental.
El presidente de la CE explicó que desde el pasado 31 de diciembre habló más de treinta veces con los presidentes y los primeros ministros de Ucrania y Rusia.
También recalcó que esta crisis ha ofrecido el lado positivo de un "trabajo excelente en términos de solidaridad europea", incluso entre las grandes compañías gasísticas europeas a la hora de intercambiar sus reservas.
Además, destacó el papel desempeñado por la UE, que comenzó cuando los primeros ministros de Rusia y Ucrania, Vladimir Putin y Yulia Timoshenko respectivamente, le llamaron por teléfono el 31 de diciembre para comunicarle que había "una crisis profunda" y que ambas partes "no se hablaban" entre sí.
"En rigor, no era nuestro problema", afirmó el presidente de la Comision Europea, quien dijo que la Unión hizo "todo lo que pudo" con el despliegue de observadores y promoviendo el diálogo.
Barroso se mostró comprensivo al reconocer que la red de gasoductos ucranianos es "muy ineficiente" debido a su antigüedad, lo que hace que se produzcan "pérdidas inmensas".
Ello hace que Ucrania tenga algunas "dificultades" para cumplir sus compromisos de transporte de gas ruso hacia Europa "incluso si no lo hace por mala voluntad".
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