Kíev, 22 de diciembre, RIA Novosti. El presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, descarta de momento la disolución del actual Parlamento, pues cree inoportuno celebrar las elecciones legislativas simultáneamente con las presidenciales, menos aún, en plena crisis.
"El primer obstáculo es la situación económica. El presupuesto del próximo año y un paquete de leyes anticrisis todavía siguen sin aprobar", constató Yúschenko en una entrevista con el canal de televisión Inter.
La segunda razón, en opinión del mandatario ucraniano, es la proximidad de las elecciones presidenciales que deben celebrarse a finales de 2009 o a principios de 2010. Establecer la fecha exacta es prerrogativa de la Rada Suprema, o Parlamento ucraniano. Yúschenko piensa que Ucrania no se vería beneficiada, si los comicios parlamentarios y los presidenciales se convocaran simultáneamente.
La primera ministra de Ucrania, Yulia Timoshenko, con quien el presidente mantiene pulso últimamente, consiguió formar a principios de este mes una nueva coalición parlamentaria y atrajo del lado suyo a 37 de los 72 diputados de Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular (NUAP), que se consideraba una fracción pro-Yúschenko. No había coalición gobernante en la Rada desde septiembre, de modo que el presidente ya se propuso disolver esta asamblea y celebrar elecciones anticipadas. Más tarde, desistió de esta idea a raíz de la crisis económica.
De jure, la nueva coalición es un hecho consumado pero, de facto, sólo tiene 214 miembros, doce menos del mínimo necesario.
Yúschenko calificó esta coalición de "aventura que se plasmó a través de un mecanismo de corrupción".
También tachó a Timoshenko de "aventurera política" dispuesta a "hundir a todo el mundo porque necesita un poder ilimitado".
La víspera, la primera ministra se pronunció por una dimisión inmediata de Yúschenko, así como del jefe del Banco de Ucrania, a quienes acusa de haber debilitado de forma deliberado la moneda nacional. La grivna se depreció a la mitad frente al dólar en los últimos meses.
Politólogos locales coinciden en que el conflicto entre Yúschenko y Timoshenko, hipotéticos protagonistas de las próximas elecciones presidenciales, es el móvil principal de la crisis política en Ucrania.
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