El consejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, inauguró esta semana de forma oficial el Centro de Participación e Integración (CEPI) Hispano-Ucraniano, ubicado en la calle Antonia Lancha, junto a la Plaza Elíptica.
ELENA G. MOREDA Los 20.215 inmigrantes ucranianos residentes en la región ya cuentan con su propia casa nacional, un espacio de encuentro y convivencia intercultural que, tras meses de funcionamiento, ha quedado oficialmente inaugurado esta semana en un acto en el que, además del consejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid, asistieron el embajador de Ucrania, Anatoliy Scherba, y la delegada de Familia del Ayuntamiento de Madrid, Concepción Dancausa. Según explicó Fernández-Lasquetty, este CEPI es un «punto de fusión y formación» que difundirá las costumbres y la cultura ucraniana, así como las tradiciones, la lengua y la historia de España, para favorecer el conocimiento mutuo y la tolerancia. «Si hay algo que caracteriza a Ucrania es la riqueza cultural que posee, ya que en este país se encontraron dos grandes tradiciones: la bizantina y la latina», destacó el consejero. Por su parte, el embajador de Ucra-nia alabó en su intervención la labor de la Comunidad de Madrid para que sus compatriotas «puedan mantener sus raíces con una casa común» que, además, facilita la orientación laboral en tiempos de crisis y «reafirma los vínculos cada vez más fuertes entre España y Ucrania», destacó.
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