Kiev, 4 feb (PL) La primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, rechazó hoy que la propuesta de construir un gasoducto entre Turkmenistán y Ucrania con la exclusión de Rusia surja como contrapeso a las tuberías de ese país.
El proyecto Corriente Blanca pretende llevar hidrocarburo a Europa a través del territorio ucraniano, eludiendo a la Federación rusa, y fue propuesto por la jefa del gobierno de Kiev en su reciente visita a la sede de la Unión Europea (UE), en Bruselas.
Existe plena armonía con la parte turcomana en este asunto, aseguró Timoshenko, en contraposición a declaraciones anteriores de funcionarios gubernamentales del país centroasiático, quienes negaron el inicio de tales negociaciones entre Kiev y Ashjabad.
Ucrania recibe una mezcla de gas turcomano con materia prima rusa que la firma RosUkrEnergo, radicada en Suiza con participación del 50 por ciento por el consorcio eurasiático Gazprom, le vende a un precio más barato que el de los clientes europeos.
Desde que regresó al poder, la gobernante ucraniana insiste en renegociar ese tema con Moscú para eliminar el intermediario y conseguir un precio más favorable.
El ejecutivo de RosUkrEnergo Dimitri Firtash consideró inviable el proyecto Corriente Blanca por la falta de una base en forma de contratos y porque los estados ribereños del Caspio no han acordado un reparto de sus zonas económicas, según la agencia ProUA.
La propuesta de Timoshenko contrasta con dos gigantescos proyectos que Rusia promueve por el fondo del Mar Báltico (Corriente Norte) y a través de los Balcanes (Corriente Sur).
El proyecto ucraniano es muy importante desde el punto de vista de la seguridad energética, expresó el asesor de este tipo de programas en la Unión Europea (UE), Brendan Devlin.
Lo consideramos un elemento indispensable del mercado del gas, añadió el experto, citado por la agencia ProUA.
El proyecto Corriente Blanca pretende llevar hidrocarburo a Europa a través del territorio ucraniano, eludiendo a la Federación rusa, y fue propuesto por la jefa del gobierno de Kiev en su reciente visita a la sede de la Unión Europea (UE), en Bruselas.
Existe plena armonía con la parte turcomana en este asunto, aseguró Timoshenko, en contraposición a declaraciones anteriores de funcionarios gubernamentales del país centroasiático, quienes negaron el inicio de tales negociaciones entre Kiev y Ashjabad.
Ucrania recibe una mezcla de gas turcomano con materia prima rusa que la firma RosUkrEnergo, radicada en Suiza con participación del 50 por ciento por el consorcio eurasiático Gazprom, le vende a un precio más barato que el de los clientes europeos.
Desde que regresó al poder, la gobernante ucraniana insiste en renegociar ese tema con Moscú para eliminar el intermediario y conseguir un precio más favorable.
El ejecutivo de RosUkrEnergo Dimitri Firtash consideró inviable el proyecto Corriente Blanca por la falta de una base en forma de contratos y porque los estados ribereños del Caspio no han acordado un reparto de sus zonas económicas, según la agencia ProUA.
La propuesta de Timoshenko contrasta con dos gigantescos proyectos que Rusia promueve por el fondo del Mar Báltico (Corriente Norte) y a través de los Balcanes (Corriente Sur).
El proyecto ucraniano es muy importante desde el punto de vista de la seguridad energética, expresó el asesor de este tipo de programas en la Unión Europea (UE), Brendan Devlin.
Lo consideramos un elemento indispensable del mercado del gas, añadió el experto, citado por la agencia ProUA.
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