Moscú, RIA Novosti. Las consecuencias ecológicas de la catástrofe sucedida en el estrecho de Kerch, donde a causa de un temporal naufragaron varios barcos y al mar se vertieron cerca de dos mil toneladas de derivados de petróleo, podrán ser liquidadas en unos 5-10 años, no antes, señala Greenpeace en un mensaje dirigido a los primeros ministros de Rusia y Ucrania, Víctor Zubkov y Víctor Yanukóvich.
Por la tempestad del 11 de noviembre, en los mares Negro y de Azov se produjeron sucesos sin precedentes: en un día naufragaron cuatro embarcaciones, seis encallaron y dos buques-cisterna quedaron dañados. De uno de éstos últimos, el "Volgoneft 139", que se vio partido, escaparon cerca de dos mil toneladas de fuel. Perecieron muchos peces y aves. Los cargueros hundidos llevaban a bordo cerca de siete toneladas de azufre.
"Si no se logra recolectar por completo los derivados de petróleo hasta comienzos de marzo de 2008, puede empeorar bruscamente la situación ecológica. No se descarta la posibilidad de volver a producirse la muerte masiva de aves", se señala en el documento.
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