Kavkaz. Por desgracia, no hay vertido de petróleo sin imagen de un ave con el plumaje tiznado de negro. La que recoge la foto superior es una de las víctimas del naufragio en el mar Negro, el domingo pasado, de cinco barcos, entre ellos un petrolero que vertió casi 2.000 toneladas de combustible. Al fondo, tras el ave, se recortan las siluetas de los soldados rusos que, en un número de 500, han sido enviados a la zona para ayudar en las tareas de limpieza de las playas afectadas. Las autoridades locales temen todavía una "catástrofe ecológica", ya que la costa sur de Rusia sigue siendo castigada por vientos de más de 140 kilómetros por hora.
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