jueves, 31 de marzo de 2011

La Policía detiene a una banda de clonación de tarjetas bancarias que estafó un millón de euros

Hacían compras de entre 1.000 y 2.000 euros, y solían adquirir productos de electrónica, ropa y alcohol, que tenían una salida fácil en el mercado ilegal

MADRID, 29 (OTR/PRESS)
Eran profesionales del fraude con tarjetas bancarias falsificadas, y habían creado una red que realizaba compras fraudulentas y daba luego salida en el mercado negro a los objetos adquiridos. Contaban con un equipo de subordinados que se encargaba de realizar las compras con las tarjetas que ellos les facilitaban, y optaban por hacerse con productos a los que podía ser más fácil dar salida, como útiles de electrónica, ropa y bebidas alcohólicas. En una de las compras que realizaron, y que solían oscilar entre los 1.000 y 2.000 euros, llegaron a adquirir hasta 100 botellas de bebidas de primeras marcas. La cantidad total estafada asciende a un millón de euros.

La Policía Nacional ha desarticulado una banda que se dedicaba a clonar tarjetas de crédito y realizar con ellas compras ilegales. Los tres detenidos eran los cabecillas de la organización, que contaba además con otros miembros para realizar las compras. La investigación comenzó en el mes de febrero, cuando la Policía Nacional recibió información sobre varias compras ilegales que se habían realizado en la Comunidad de Madrid, una de ellas en una tienda de licores situada en Móstoles.

Las primeras pesquisas revelaron que los pagos se habían realizado con tarjetas clonadas y con numeraciones que pertenecían a entidades bancarias americanas. De forma inmediata, los agentes comenzaron la búsqueda de los implicados. Las pesquisas se dirigieron a identificar, localizar y detener a los cabecillas de la organización, que las primeras pesquisas revelaron que se trataba de tres individuos. La Policía localizó rápidamente las viviendas de los implicados y establecieron un dispositivo de vigilancia. De esta forma, se les pudo detener en cuanto procedían a abandonarlos.

Además de los cabecillas, otras dos mujeres fueron arrestadas cuando abandonaban una de las viviendas controladas por los agentes. Los agentes comprobaron que estas mujeres portaban numerosos efectos destinados a falsificar tarjetas. A partir de los datos que tenía la Policía sobre los fraudes en las compras, los agentes han llegado a la conclusión de que la estafa global alcanza el millón de euros.

COMPRAS ENTRE 1.000 Y 2.000 EUROS
El análisis de las operaciones de compraventa fraudulentas permitió a los agentes comprobar que estos dos individuos realizaron numerosas compras con tarjetas clonadas. Los importes de las compras oscilaban entre los 1.000 y los 2.000 euros. Los efectos adquiridos solían ser productos de electrónica, ropa y bebidas alcohólicos. En una de esas compras, los delincuentes habían llegado a adquirir hasta 100 botellas de primeras marcas, ya que contaban con los contactos necesarios para darles una salida rápida en el mercado negro.

Tras las detenciones, la Policía obtuvo la preceptiva orden judicial y efectuó tres registros en los domicilios de los ahora detenidos. En su interior, hallaron tarjetas de crédito falsificadas, dos lectoras grabadoras, una lectura capturadora de numeraciones, dos ordenadores portátiles, documentación falsa, ropa, gafas, zapatos y abundantes botellas de licores de primearas marcas.

Los arrestados obtenían las numeraciones de las tarjetas a través de piratas informáticos que se las facilitaban desde terceros países. De hecho, en el registro del domicilio de uno de los detenidos fueron intervenidos numerosos resguardos de envíos de dinero correspondientes al pago de las numeraciones clonadas. Estos envíos se habían hecho a lugares tan dispares como Japón, Estados Unidos y Ucrania.

Una vez que tenían en su poder las numeraciones, éstas eran volcadas sobre la banda magnética de las tarjetas clonadas. Posteriormente falsificaban los datos de portada de la misma para así hacerlos coincidir con la documentación falsa de la que disponían. Cuando la tarjeta clonada estaba ultimada realizaban compras en distintos establecimientos comerciales, como joyerías, perfumerías, licorerías o tiendas de ropa.

La investigación se ha llevado a cabo por el Grupo XX, de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid. Los detenidos ya han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial.

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