EL 9 de mayo de 1945 el Ejército Soviético tomaba Berlín. Aunque faltaba la capitulación de Japón, prácticamente terminaba así la II Guerra Mundial. La Asociación Ruso Navarra Raduga celebra este mes varios eventos en Pamplona, "para rendir un homenaje a los millones de personas que dieron su vida por derrotar al fascismo", expone su presidenta Nina Makeeva.
Uno de los principales reconocimientos es para las mujeres de las diferentes repúblicas que integraron la Unión Soviética.
"Muchas combatieron junto a los hombres en una línea de frente de 3.000 kilómetros entre el Círculo Polar Ártico y el Mar Negro", explica Makeeva, profesora de ruso de 59 años, residente en Pamplona desde hace 9 años.
"Y en el frente de trabajo asumieron grandes sacrificios, trabajando 12, 14 y 16 horas al día, y durmiendo en las fábricas", abunda, "era una guerra en la que todo el país se jugaban sobrevivir o desaparecer".
Por ello, ha reunido en una exposición en el Civivox de San Jorge fotografías y pinturas, muchas de ellas, con rostro de mujer. Hay artistas actuando en el frente, maestras en los colegios o veteranas desfilando años después...
Familiares desparecidos
De forma previa, se celebró el pasado 4 de mayo la proyección de la película El destino de un hombre, del director Sergei Bondarchuk, en el Civican de Pamplona. Y el sábado pasado les tocó a las mujeres artistas de Raduga representar un montaje audiovisual en el Civivox de San Jorge.
En la obra, un centenar de espectadores pudieron escuchar poesías de aquella época y escuchar canciones que se cantaban en el frente", explica Makeeva. "Compartimos los sentimientos del pueblo soviético, cómo les golpeo la guerra. La gente perdió hijos, hermanos, padres..."
La representación en la que participó un elenco de 16 actores aficionados tuvo un fuerte componente emocional: "Absolutamente todos tenemos algún familiar que desapareció en la batalla o que le capturaron en los campos de concentración de alemanes, o que se quedó inválido por la guerra", explica Makeeva.
"En Raduga somos sobre todo mujeres", expone por su parte Marina Sokolova, quien dirigió la obra de teatro. "Por eso hemos querido reconocer de forma especial a partisanas, enfermeras, carteras y a las mujeres que se quedaron en la retaguardia cuidando a la familia y haciendo todos los trabajos de los hombres. tractoristas, mineras. la carga mayor estaba en sus hombros".
El 24 de mayo terminará la exposición y se representarán algunas de las canciones para celebrar el día de la cultura eslava.
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