miércoles, 17 de marzo de 2010

La seguridad energética europea

La globalización y la aparición de las economías emergentes han transformado el concepto de seguridad energética en uno de los conceptos más importantes, complejos y difíciles de desarrollar en el campo de la energía. La seguridad energética es definida de manera distinta por cada analista. La razón es que es un concepto multidimensional (económico, político, geopolítico); puede definirse a corto, medio y lago plazo, desde el punto de vista de la producción, desde sus diferentes fases de producción, exploración, desarrollo, extracción, transportes y refino. En cada uno de estas fases pueden suceder eventos que afectan al aprovisionamiento. Más aún, la aparición reciente del nacionalismo energético puede afectar a las relaciones oferta/demanda en las relaciones internacionales complicando el funcionamiento del mercado.

No es el propósito de este artículo tratar un tema tan complejo como el concepto de la seguridad energética, tan sólo aportar alguna aclaración al problema de seguridad de abastecimiento del mercado europeo de hidrocarburos -petróleo y gas natural (GN)-. El trabajo será necesariamente corto y el énfasis será en la conceptualización del sistema no en las cifras que se mantendrán al mínimo para no confundir al lector y hacer la lectura más rápida.

Para entender con claridad el mercado de energía europeo y su seguridad de abastecimiento hay que entender al papel que Rusia representa como suministrador. Además, hay que tener en cuenta la falta de atención que en materia energética mantienen los miembros de la UE, ya que no existe una política energética común, ni siquiera una Dirección General de Energía. Esa materia está encajada administrativamente en la Dirección General de Transportes. Cada país trata la energía de manera bilateral con Rusia para resolver el problema de suministro de gas natural. Un buen ejemplo es la construcción del gaseoducto del Baltic Stream que llevará directamente el gas ruso siberiano al mercado alemán, sin pasar por territorio de ningún otro país miembro de la UE. Rusia está siguiendo la estrategia de construir gaseoductos directamente al país consumidor. Lo está haciendo en el Báltico y en el Mar Negro con el Southern Stream.

Rusia suministra petróleo y gas a Europa. En este trabajo haremos énfasis en el GN, que plantea mayores problemas a la UE. El transporte se realiza por tuberías, ya que estando productor y consumidores en territorios geográficamente contiguos y es modo de transporte más económico. Las tuberías tienen el inconveniente de que en ocasiones pasan por territorios con soberanía de terceros países. Este hecho encarece el transporte, ya que se paga peaje en forma de una cantidad de GN y pueden surgir problemas como los planteados por Polonia en el corredor Norte y Ucrania en el corredor Sur. Esta es la razón por la que Rusia está duplicando las tuberías por el Báltico y el Mar Negro, evitando el paso por Polonia y Ucrania.

La estructura del mercado y aspectos generales de seguridad

El mercado energético europeo presenta dos zonas geográficas bien diferenciadas. La fachada atlántica abastecida por la producción del mar del Norte, y mayoritariamente abastecida por el gas y petróleo siberiano ruso que es transportado por tubería. El medio de transporte es importante puesto que las características de este sistema de transportes y de sus contratos hacen que sus condiciones sean muy rígidas y existan problemas de previsión de precios que son establecidos a largo plazo y que incluye la cláusula de pagar las cantidades contratadas de GN se consuman o no. La fachada atlántica tiene los mercados con mayores demandas tanto en petróleo como en gas.

La segunda zona es la fachada mediterránea europea. Esta fachada está abastecida principalmente por el norte de África y por Oriente Medio. El principal suministrador en gas natural es Argelia seguido por Libia y Egipto. En el caso del gas los mercados son más flexibles al utilizarse en el transporte tanto tuberías como Gas Natural Licuado (GNL) transportable por barco, sistema que introduce mayor flexibilidad. Las tuberías son utilizadas por Argelia en sus exportaciones a Italia, España, y en un futuro a Francia. En un futuro Rusia quiere introducirse en este mercado con construcción de tuberías desde Asia Central a los mercados del sur de Europa. Por el momento, exporta cantidades reducidas de petróleo producido en la zona de los Urales a la fachada mediterránea, y en especial de gas al Norte de Italia. El proyecto del Southern Stream que cruza el Mar Negro tiene la finalidad de introducir el gas ruso y del Caspio en los mercados del Sur de Europa y servir de alternativa para fortalecer los mercados del Norte abastecidos por el Norther Stream.

La metamorfosis geopolítica rusa

Es difícil el entender el papel que tiene hoy Rusia en la geopolítica de la energía sin entender la metamorfosis de la desaparición de la URSS. El pueblo ruso ha visto cómo su país se transformaba de una de las dos grandes potencias mundiales de la Guerra Fría en un país que pudo sobrevivir gracias a los préstamos que Occidente ofreció al presidente Yeltsin. Vio cómo perdía prácticamente el 30% de su territorio donde aparecieron 13 nuevos estados y disminuía sustancialmente su población. Al mismo tiempo la UE se expandía hacia el Este, al igual que OTAN, y EEUU entraban en territorios del Cáucaso y de Asia Central, hasta hacía poco de soberanía soviética, instalando bases militares con motivo de la guerra contra el terror. Esta metamorfosis ayuda a entender la humillación del pueblo ruso y de sus instituciones. Además, durante esa época estaba dirigido por un presidente que no estaba siempre en condiciones perfectas de salud. No es de extrañar pues que el presidente Putin representara una nueva era para el pueblo ruso. Rusia pagó sus deudas con rapidez, se convirtió en una nueva potencia ahora energética y Putin devolvió el orgullo al pueblo ruso.

Putin en su momento había realizado un Master en el Instituto Tecnológico, en San Petersburgo, donde el "trabajo fin de estudios" lo hizo sobre el tema de política energética. Poco se sabe de este trabajo y corren rumores en todas direcciones desde que contiene las ideas clave de la nueva política energética rusa, hasta que es una mera copia de otros trabajos sin el menor interés. Anécdotas aparte, Putin ha convertido la política energética en pieza fundamental de su política exterior, reaccionando con fuerza ante la presión a la que había sido sometido Rusia por parte de Occidente.

El presidente Putin introduce un cambio importante en la política exterior diseñada por Yelsin. Yelsin era un nacionalista eslavo, diseñó una política de acercamiento a Europa y a sus dos instituciones más importantes, la UE y la OTAN. Se ve obligado en parte a seguir esta política porque necesita de la ayuda financiera de Occidente.

Putin hace un giro en su política exterior presionado sin duda por la expansión hacia el Este por la UE y por la OTAN; pero también debido a su política energética. La nueva política energética necesita del GN del Caspio para cubrir los contratos de abastecimiento que tiene con UE. Además, su seguridad de mercado le obliga a diversificar y entrar en los mercados asiáticos por lo que se hace necesario el desarrollo de una política eurasiática para atender a las nuevas directrices geopolíticas.

La nueva geopolítica energética rusa

La posición geopolítica energética rusa es de un valor extraordinario, está localizada en el centro de Eurasia y asentada en lo que Mackinder denominó la Isla del Mundo, y en un territorio rico en hidrocarburos, fundamentalmente de gas natural.

En su parte occidental tiene situado uno de los mercados con mayor demanda de hidrocarburos y cuya producción doméstica está disminuyendo: la UE. En su parte oriental tiene economías maduras como Japón y economías emergentes como China e India, cuyas demandas energéticas están en rápido crecimiento. En la actualidad, Rusia abastece al mercado europeo. La dependencia entre UE y Rusia es mutua. El 40% del consumo de gas natural de la UE es suministrado por la UE y para el 2020 la dependencia puede pasar al 60%. Los ingresos rusos dependen también de los mercados europeos. La situación es pues de mutua dependencia. Ninguna de las partes parece que sea feliz con esta situación. Rusia ha estado firmando contratos con mercados asiáticos. Esto plantea la pregunta de si en el futuro Rusia va a poder cumplir los contratos firmados con los europeos y con los asiáticos; la pregunta va desde el sí al no más pesimista, ya que Gazprom la empresa que tiene el monopolio de la exportación del gas natural en Rusia no ha mostrado una gran eficiencia en la exploración, si en la explotación de yacimientos, cubrir ambos mercados requiere grandes inversiones en la exploración y en el transporte, y hay dudas de que Rusia dedique estas cantidades a estas necesidades y no las dedique a potenciar su ejército.

La UE no oculta su preocupación ante el comportamiento que Rusia está mostrando con su extranjero próximo, Países Bálticos, Bielorrusia, Ucrania, Georgia, manifestación de un colonialismo energético de reciente aparición que utiliza la energía como instrumento de presión en su política exterior.

Es necesario hacer una aclaración. Rusia contempla cómo desde el decenio de los 90 tanto la UE como OTAN están expandiéndose hacia el Este y formando fronteras con ella. Rusia es un productor de energía y observa cómo los puertos por donde exporta su petróleo y los territorios de tránsito de sus tuberías se han trasformado o pueden en países-OTAN. Su reacción es evitar esta circunstancia construyendo la llamada Rótterdam rusa, que es un puerto petrolero y complejo petroquímico al norte de San Petersburgo y la construcción de tuberías directamente a los mercados europeos, evitando el tránsito de las tuberías por países de tránsito que le han causado problemas con las negociaciones de precios, como Polonia, Países Bálticos, Ucrania, y Georgia. El rudo comportamiento con estos países pertenecientes a su antigua soberanía, y hoy convertidos en el extranjero próximo, le ha causado toda seria de críticas internacionales. Rusia no está acostumbrada a la mesa de negociaciones, la utilización de la fuerza militar es una práctica que ha utilizado tradicionalmente con sus vecinos. Esto es algo que preocupa a la UE y que debería hacer reflexionar a Rusia antes de mandar sus tanques a territorios vecinos.

El problema del gas con su extranjero próximo, tiene su origen en la política interna de precios de la URSS. La URSS implantó una política de subvención de precios a la energía. Con la desaparición de la URSS y la independencia de su extranjero próximo Moscú impone a estos países precios de mercado lo que supone un incremento sustancial en la cuenta energética de estos países que se resisten a pagar. La respuesta de Gazprom, la compañía que monopoliza la exportación y el transporte del gas ruso, fue cortar el suministro a estos países. El problema se plantea porque por las tuberías que Gazprom exporta a la UE pasa gas destinado a Polonia y países que Gazprom está cortando su suministro y gas destinado a mercados europeos como Alemania. La respuesta de Ucrania y Polonia es consumir el gas con destino a Alemania y otros mercados. El conflicto aparece de manera clara. Ahora bien, se apunta que Gazprom corta estos suministros generalmente cuando el frío es más intenso, este hecho hace nacer una sospecha.

Durante épocas de frío la demanda doméstica interna de GN en Rusia se incrementa sustancialmente, entre otras razones porque los precios del mercado están subvencionados. Gazprom no tiene suficiente producción para abastecer la demanda interna, la europea y la de su extranjero próximo en donde los precios están subvencionados también; la respuesta de Gazprom es cortar el suministro a estos últimos, pero la consecuencia de este corte es que el gas ruso no llega a los mercados alemanes, planteándose un problema de seguridad de abastecimiento a los mercados europeos. Es por ello por lo que la UE duda de que en el futuro Gazprom tenga capacidad de abastecer los incrementos de demanda prevista en sus mercados. Este es el origen de las discrepancias entre UE y Rusia.

Rusia necesita también seguridad de mercado, lo que tiene que diversificar sus mercados y para ello se está introduciendo en Asia. Hay que entender que los contratos del GN son a largo plazo, 20 a 40 años, y que se necesita realizar fuerte inversiones en la extracción y el transporte y esto lleva tiempo. Hasta que no está asignado el contrato de abastecimiento el productor no empieza a realizar las inversiones. El problema se plantea cuando el calendario de futura producción no se coordina con el calendario de futura demanda. En este caso la seguridad de abastecimiento no está garantizada.

Se duda de que Gazprom tenga la capacidad de gestionar las fuertes inversiones que se necesitan para abastecer el mercado asiático y que necesariamente estarán localizadas en la Siberia oriental y las que tendrán que hacer en Sibiera occidental y que abastecerán a la UE. La política nacionalista energética rusa está impidiendo la entrada necesaria de capital extranjero que ayudaría a cubrir las necesidades de financiación y acelerar la producción.

Como soluciones para resolver el problema Moscú está tratando de controlar la producción y el transporte de la energía del Caspio reduciendo paulatinamente las subvenciones a los precios del mercado interno para disminuir demanda y liberar consumo de GN que se podría utilizar para la exportación. De esta manera, Rusia monopolizaría el transporte y abastecimiento en el corredor sur, duplicando el monopolio que tiene en el corredor norte. Ahora el gas del Caspio sería explotado y transportado por Gazprom a los mercados europeos.

Rusia pues trata de monopolizar el transporte de hidrocarburos hacia la UE en parte como respuesta a la percepción de acoso por parte de OTAN que plantea el establecimiento de bases en Ucrania y en Georgia lo que significaría un duro golpe psicológico para el ruso que considera a Ucrania como territorio histórico.

La respuesta europea

La UE trata de evitar este monopolio con la construcción de tuberías (BT) que evitan pasar por territorio ruso y utilizan a Turquía como territorio de paso con la conversión de Ceyhan en puerto petrolero. El proyecto NABUCO es el principal proyecto occidental para evitar el monopolio ruso. La literatura está llamando a este problema el "gran juego de las tuberías", comparándolo con el "Gran Juego" de principios de los XX finales del siglo XIX en donde el Imperio Británico e Imperio Ruso se disputaron su influencia en India. El problema técnico que se plantea es que para la construcción de gaseoductos se necesitan contratos para transportar gas suficiente para satisfacer la capacidad de transportes de las tuberías. El juego político para conseguir estos contratos es esencial y en donde están concentradas las fuerzas de todas las partes.

Rusia necesita la energía del Caspio y transportarlo por su sistema de tuberías. Esto le da varias ventajas. La más importante es que con el gas del Caspio puede abastecer mercados domésticos rusos lo que evita gastos de transportes y le permite incrementar la exportación de gas ruso. Así pues Rusia presiona a los países de Asia Central para conseguir contratos. Los países de Asia Central quieren independencia por lo que tratan de establecer un equilibrio entre Rusia y Occidente.

La UE y EEUU unen fuerzas para la construcción de tuberías que no pasen por territorio ruso y que transporten el gas del Caspio a Europa, con ello se crearía un corredor sur que podría abastecer también al corredor norte introduciendo competencia en los mercados europeos. No obstante, hay que entender que el dominio en el mercado europeo siempre sería ruso puesto que contaría con la mayor parte del mercado. La producción rusa es superior a la del Caspio.

Otra posibilidad sería que en el corredor sur y en especial en Nabuco se introduzca GN de otros lugares productores como Egipto, Irán y el Golfo. Esta alternativa daría más tranquilidad de abastecimiento a la UE. Aunque esta alternativa no está exenta de dificultares.

Rusia, Asia y África. Política de Diversificación

Está también el tema de la diversificación de mercados asiáticos que es fundamental para la seguridad rusa. Rusia tiene dos mercados, el chino y el japonés. Aquí se plantea de nuevo si Gazprom va a ser capaz de suministrar simultáneamente al mercado japonés y al chino.
Las relaciones rusas y chinas son delicadas en la frontera norte por la presión demográfica china. Rusia tiene enormes territorios prácticamente deshabitados y con falta de mano de obra, la inmigración china está cubriendo esta necesidad pero a largo plazo la presión de la población china puede crear problemas de población y de soberanía de territorio.

En este gran juego energético Rusia quiere diversificar mercados y buscar éstos en Asia. La UE quiere diversificar fuentes de aprovisionamientos y buscar en África y Oriente Medio. Trata de evitar el monopolio de transporte ruso de la energía de Asia Central y en esta estrategia Turquía tiene un papel privilegiado para ayudar a evitar este monopolio. Rusia despierta un nacionalismo energético concentrando en el Kremlin el poder que le ofrece la energía y Gazprom. Rusia está tratando de mantener aislado a Asia Central de la influencia china y EEUU y de la UE. La manera que lo está haciendo es tratando de canalizar a través del sistema ruso la mayor parte del petróleo y del gas de Asia Central. Occidente trata de canalizar a través de Turquía también parte de esta energía. Al mismo tiempo trata de controlar el Cáucaso, en especial a Georgia, que con sus tendencias pro-Nato le plantea un grave problema en el Cáucaso que es paso de tuberías de la energía del Caspio hacia el sistema de transporte ruso. También hay que tener en cuenta el paso de las tuberías por chechenia, que se está tratando de evitar.

Las relaciones de Occidente con Rusia están tirantes. La UE está tratando de hacer un esfuerzo de acercamiento para resolver problemas planteados, que no son pocos. La UE tiene que tratar de identificar áreas de interés común y tratar de promocionar soluciones. Los Balcanes también es un área de preocupación rusa por el paso de tuberías y la construcción de nuevas en el futuro para el abastecimiento de la fachada mediterránea con la energía del Caspio. Rusia tiene aliados tradicionales en el área. Por todo ello hay que crear con Rusia un ambiente de confianza que reduzca la nostalgia de considerarse un gran poder imperial de nuevo. La UE tendría que desarrollar lazos económicos con Asia Central. La UE y Rusia deberían hacer un esfuerzo para conseguir establecer relaciones de estabilidad, necesitan evitar la sensación de inseguridad energética mutua que tienen. Ninguna de las partes percibe una seguridad ni de abastecimiento ni de mercado. Esta sensación de falta de seguridad les hace buscar diversificación en otras áreas lo que no es racional, ya que la mejor solución económica se encontraría si se constituyera una atmósfera de confianza mutua. Rusia se debería sentir cómoda entre sus vecinos europeos. EEUU debería de dejar de presionar sobre la instalación de misiles en Polonia y Chequia. Rusia debería evitar el monopolio del transporte de la energía del Caspio que es percibido como un instrumento de dominio por Europa. Es decir, se debería llegar a una situación en la que nadie percibe al otro con un deseo de domino.

De lo apuntado hasta aquí el lector puede intuir la complejidad de la seguridad energética que en la mayoría de los casos está relacionado con la situación geopolítica y la seguridad internacional de los países envueltos en el análisis. Rusia debe ser tratada con respeto e integrarse en los organismos internacionales como la OMC, aunque tendría que aprender modos internacionales y a tener paciencia y sentarse en la mesa de negociación antes de utilizar la violencia con sus vecinos. Una Rusia en paz con sus vecinos aseguraría la estabilidad en el Cáucaso y en Asia Central y la seguridad energética a la UE.

La UE y la alternativa africana

La política de diversificación de abastecimiento de la UE debería llevar al desarrollo de un sistema de tuberías con el sur del Mediterráneo, especialmente con Argelia, que es el mayor productor de gas del Mediterráneo. El desarrollo de la alternativa argelina tendría la ventaja de aprovechar el gas nigeriano, conectando con la red de exportación argelina. Esta conexión ampliaría la capacidad de exportación de gas mediterránea que podría competir con el gas ruso. No obstante, para ello sería necesario conectar el sistema de tubería de la fachada atlántica y la fachada mediterránea europea. El corredor mediterráneo tiene una ventaja y es que el modo de transporte es tanto por tubería como GNL, lo que le da una mayor flexibilidad. Las instalaciones de GNL ya están construidas en el Mediterráneo europeo - España importa alrededor del 50% de GN por GNL - una ampliación de los trenes de licuefacción potenciaría el corredor mediterráneo pudiendo abastecer mercados de la fachada atlántica. La respuesta soviética a la política de diversificación europea ha sido la iniciativa de la creación de una OPEC del gas. Tema complicado pero al que habrá que prestarle atención en el futuro.

Resumiendo, podríamos decir que el punto fundamental para resolver el problema de seguridad de abastecimiento de energía a los mercados europeos sería la creación de un consenso en política energética, como base a una política común. Esta posibilidad está lejos de alcanzarse políticamente. La UE debería acercase política y económicamente a Asia Central para dar a los países de esta zona una alternativa diferente a su acercamiento y dominio de Rusia sobre sus recursos energéticos. En este acercamiento una política coordinada con EEUU y su futura administración, Obama, parece razonable. Este acercamiento facilitaría al corredor energético sur y la energía del Caspio podría alcanzar los mercados europeos, bordeando territorio ruso, introducción competencia del monopolio de Gazprom.

La UE debería intensificar el diálogo con Rusia para crear una atmósfera mutua confianza que se podría lograr en un sistema abierto a la invasión extranjera tanto en el up-stream como en el down-stream del sistema. Todo esto está lejos de conseguirse pero es necesario empezar a trabajar en esta dirección lo antes posible para conseguir la seguridad energética europea. Las buenas noticias son que las conversaciones están abiertas, esperemos que terminen para el bien de todos.

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