miércoles, 31 de marzo de 2010

El edificio Derzhprom de Kharkov, Ucrania

En la plaza de la libertad en Kharkov, al noroeste de Ucrania, se erige uno de los edificios más imponentes dejados por la arquitectura “constructivista”, impulsada durante la primera era soviética en los años 20 del siglo XX.

El constructivismo es una especie de representación arquitectónica de la mentalidad comunista que imperaba en aquellos momentos, en los que se estaba impulsando el desarrollo industrial como pilar sobre el que basar la fortaleza de los estados gobernados por los regímenes de tal índole.

Visualmente, los edificios constructivistas son una especie de combinación entre la arquitectura civil y la arquitectura industrial. Cuando los ves, sobre todo si son de gran tamaño, no sabes exactamente si estás viendo una fábrica, un bloque de oficinas anexo a una factoría o un edificio para usos civiles.

Para 1932 el gusto por este tipo de construcciones había caído un tanto en desuso pero lo cierto es que abundan en muchas partes del mundo, incluso en zonas que nunca llegaron a estar bajo influencia soviética.

El edificio Derzhprom fue diseñado por los arquitectos Sergei Serafimov, S.Kravets y M.Felger como centro administrativo de Kharkov, levantado en tan solo tres años entre 1925 y 1928 por un tajo compuesto de 5.000 obreros trabajando en tres turnos sobre una superficie de 10.000 metros cuadrados. Las obras costaron 9 millones de rublos y a su finalización, se convertía en el segundo complejo más alto de Europa con 63 metros de altura. Foto tomada por Robert Byron en 1930;


Visto desde cualquier otro punto, parece un conjunto asimétrico que se antoja a la película “Metrópolis” de Fritz Lang pero la imagen se deshace si nos situamos justo en el centro de la Plaza de la Libertad, único punto desde el cual se puede apreciar su simetría.


Otra característica que nos retrotrae a “Metrópolis” son las numerosas pasarelas que unen todos los bloques entre sí, de corte completamente futurista pero tal vez el aspecto más clave, que ha permitido que el edificio siga en pie aun hoy y nunca fuera destruido, es que se levantó con hormigón.


En los años que se contruyó, Ucrania venía de una situación geo-política muy compleja. Había entrado en la primera guerra mundial dividida en dos facciones enfrentadas, una unida al imperio austro-hungaro y otra a la Rusia imperial. En 1917 quedaba sumida en una guerra de indepencia, totalmente influenciada por la revolución roja de Febrero que acontecía en la vecina Rusia y para 1921, el país había sido arrollado totalmente por los bolcheviques, integrándose en la recién proclamada Union Soviética de Repúblicas Socialistas (USSR) junto a la Federación Rusa, Bielorusia y Transcaucasia (las actuales Repúblicas de Armenia, Georgia y Azerbaiyán).


Durante los años 30, el edificio Derzhprom iba a ser testigo de una de las peores hambrunas acaecidas en Europa. Conocida como “Holodomor”, causó tal número de muertes que ha sido imposible cuantificar con exactitud, se calcula que entre los 6 y los 10 millones de víctimas.

Nunca ha habido consenso sobre las causas precisas que provocaron la escasez de alimentos, al estar esta discusión inevitablemente impregnada de sentimientos políticos encontrados. Para algunos expertos fue parte del genocidio estalinista, para otros un error de ceguera política al forzar la industralización de forma acelerada. No obstante, la hambruna es un hecho fundamental para entender las escenas de confraternización entre el tercer reich y la población civil que se vivieron en todo lo que después sería el oeste soviético. Para un bando los alemanes eran invasores pero para el otro eran los que les iban a liberar de Stalin. En la foto, una esquina de Kharkov tras ser tomada por primera vez con pancartas de bienvenida a las tropas alemanas;


En la segunda guerra mundial, los muros de hormigón del edificio Derzhprom tuvieron que aguantar los envites de las cuatro brutales batallas que se celebraron en la ciudad entre 1941 y 1943. En la foto, una vista de los bloques tras la primera batalla. Todavía no habían sufrido muchos daños;


Desde que fue tomada por primera vez el 24 de Octubre de 1941 por el 6º ejército del tercer Reich alemán, completando la fase final de la operación Barbaroja, la ciudad cambió de manos varias veces en sucesivas ofensivas y contraofensivas, hasta que finalmente fue recuperada definitivamente por el ejército soviético el 23 de Agosto de 1943. En la foto, dos soldados de la Wermatch descansan plácidamente en su sidecar en frente del Derzhprom. Para entonces casi todas las cristaleras estaban rotas;


Cuando el tercer reich tomaba la ciudad, aniquilaba sin miramientos a todos los sospechosos de ser partisanos, además de no dudar en extender el holocausto que causó la matanza de 30.000 personas de una tacada solo en el primer asalto. Cuando los rusos retomaban la ciudad hacían lo propio con todos los sospechosos de ser colaboracionistas y aprovechando que estaban metidos en faena, también liquidaban a los nacionalistas ucranianos. En la foto, un tanque del ejercito rojo pasando por delante del Derzhprom tras retomar Kharkov;


Los alemanes intentaron en varias ocasiones destruir el complejo Derzhprom, que había quedado desierto, por considerarlo un símbolo comunista. Primero intentaron volarlo y luego incendiarlo pero al ser una mole de hormigón, la estructura se mantuvo en pie, prácticamente intacta. El fuego causó serios daños en los elementos auxiliares como marcos de ventanas, interiores o conductos de ventilación. En esta foto aerea tomada tras una de las últimas batallas se aprecían más daños y los alrededores de la ciudad, que acabaron demolidos en casi un 70%;


Durante la guerra, los únicos habitantes del edificio Derzhprom fueron una manada de monos escapados del zoo que se alojaron buscando refugio del frio tras la primera batalla en 1941. Cuando la ciudad fue finalmente retomada en 1943, aun sobrevivían tres de estos macacos dentro de los bloques, a los que se inmortalizó posteriormente en una estatua;


Reconstruir el Derzhprom llevó 4 años más de lo que se tardó en construir, en total 7 años. De nuevo, el hecho de ser una masa de hormigón muy compleja de demoler, salvó al edificio de ser destruido ya que por un lado, de haber estado construido con otros materiales, hubiera sido una solución mucho más asequible y por otra parte, a mediados de los años 30 el constructivismo había sido denunciado y sustituido por la arquitectura estalinista

No hay comentarios: