Según relata hoy la Guardia Civil en un comunicado, el pasado 27 de enero tuvo conocimiento en Pollença de la comisión de un supuesto delito de estafa a través de la banca "online", en el que el perjudicado denunciaba una transferencia de 2.720 euros no consentida por él ni su empresa a otra sucursal de la misma entidad en Cartagena.
A raíz de la denuncia, se inició una investigación en la que, tras el estudio de diversos movimientos bancarios, se comprobó que existía otro perjudicado en la localidad de Coslada (Madrid), al que habían robado 2.758 euros mediante el mismo procedimiento y con la misma cuenta de destino.
Los agentes del Instituto Armado consiguieron averiguar la identidad de la persona que recibió el dinero defraudado, residente en Cartagena, que resultó ser una mujer de nacionalidad venezolana que responde al nombre de Mayle O. B. y que fue detenida como presunta autora de un delito de estafa bancaria y blanqueo de capitales.
La Guardia Civil destaca que este tipo de delitos están proliferando "de manera vertiginosa" y se encuadran en la modalidad de estafa conocida policialmente como "Phishing", protagonizada por grupos organizados.
Estos grupos ofertan trabajo mediante correos electrónicos a terceras personas, las cuales tienen como cometido recibir cantidades importantes de dinero transferidas a su cuenta bancaria personal y procedentes de los estafados.
Las personas que reciben el dinero lo retiran luego y lo envían por empresas de giro de fondos a los autores y creadores de la estafa, que residen generalmente en países extranjeros, en este caso Ucrania.
Los supuestos "empleados" de estos estafadores se quedan finalmente un porcentaje de entre el 5 y el 10 por ciento de cada operación.
Los correos electrónicos creados para la comisión se envían desde puntos de acceso libre a internet (WIFI) o bien desde ciber cafés, por lo que seguir el rastro de los cabecillas es muy difícil. En el caso denunciado en Pollença, se remitieron desde Turquía. EFE
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