La UEFA anunció hoy que los ucranianos Oleg Blokhin y Andréi Shevchenko, junto a los polacos Zbigniew Boniek y Andrei Szarmach, han aceptado la invitación para convertirse en embajadores de la Eurocopa 2012, que acogerán conjuntamente Polonia y Ucrania.
A menos de dos semanas de celebrar el sorteo de la fase de clasificación, el 7 de febrero en Varsovia, los países organizadores han elegido a sus dos jugadores más representativos para desempeñar el papel de embajadores de la competición, cuyo partido inaugural se jugará en Varsovia y la final en Kiev.
Andréi Shevchenko es el referente actual del fútbol ucraniano, en el que consiguió cinco títulos de liga, tres copas y una semifinal de la Liga de Campeones antes de incorporarse al Milan italiano en 1999, en el que logró el penalti que dio el título de la Liga de Campeones 2003 y fue elegido mejor jugador europeo de 2004.
Segundo máximo anotador de la historia del Milan con 173 tantos, Shechenko dio el salto al Chelsea inglés en 2006 antes de su regreso al Dinamo Kiev, en el que militó durante 18 años Oleg Blokhin, el otro embajador de Ucrania para la próxima Eurocopa.
Mejor jugador europeo en 1975, Blokhin disputó los mundiales de España 1982 y México 1986. Autor de 42 goles en los 112 partidos que disputó como internacional con la Unión Soviética, Blokhin ha sido también seleccionador de Ucrania tras actuar como entrenador y jugador en Austria, Chipre y Grecia.
Zbigniew Boniek, de 53 años, ha representado a Polonia como jugador y como entrenador. Fue integrante de la selección polaca que acabó tercera en el Mundial de España 1982, tras el que fichó por el Juventus de Italia, donde se retiró en 1988 en las filas del Roma.
En su carrera marcó 50 goles en 172 partidos en Polonia, 30 tantos en 158 encuentros en Italia y 24 en los 80 enfrentamientos que jugó con la selección polaca, a la que dirigió durante 2002.
Boniek compartirá papel diplomático con Szarmach, subcampeón olímpico en Montreal'76. Nacido en 1950, jugó 61 partidos con la selección de su país y vivió el mejor momento de su carrera como jugador del Auxerre francés, para el que anotó 94 de los 147 goles que marcó en 244 encuentros en el campeonato galo.
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