lunes, 2 de noviembre de 2009

Presidenciales ucranianas: nuevos programas, viejas caras

oscú, (PL) Los políticos ucranianos parecieron coincidir esta vez, en su mayoría, en desarrollar una campaña donde la hostilidad a Rusia sea lo más leve posible e incluso mostrar acercamiento a Moscú para buscar más puntuación en los sondeos.

La discusión del primer lugar en las encuestas se centra entre el ex primer ministro y líder del Partido de las Regiones (PR), Viktor Yanukovich, y la actual jefa de Gobierno Yulia Timoshenko.

En su momento, el ex presidente de la Suprema Rada (parlamento unicameral), Atseni Yatseniuk, de 35 años, pareció amenazar desde tribunas en las calles la popularidad de Yanukovich y Timoshenko, con un ascenso vertiginoso entre enero y junio de este año, quien subió de la nada a casi 12 por ciento.

Parecía que Yatseniuk se convertiría en la figura alternativa a tomar en cuenta en esta edición de comicios presidenciales, cuyo costo podría rondar los mil 200 millones de dólares, según pronósticos del presidente de la asamblea legislativa, Vladimir Litvin.

El joven jurista ucraniano trató de capitalizar las líneas principales de discursos empleadas en su momento por el mandatario ruso Vladimir Putin, ahora primer ministro, de mano dura contra la corrupción y otros conceptos.

A diferencia de Putin, que si aplicó con severidad sus promesas electorales, Yatseniuk carecía del poder y la voluntad política para aplicarla, comentan medios de prensa ucranianos.

El avance de la popularidad del también ex ministro del Exterior llevó a Yatseniuk y Timoshenko a casi acordar la aceleración de la reforma para pasar a un régimen parlamentario y eliminar la institución del Presidente, además de negociar una coalición.

Los riesgos de la ruptura de la alianza mayoritaria en el Parlamento, formada por el pro presidencial Nuestra Ucrania, el movimiento de Autodefensa y el bloque de Timoshenko (BIUT), llevaron a la Primera Ministra y a Yanukovich a buscar un acercamiento.

Pero la ruptura de las conversaciones entre Yanukovich y Timoshenko reinició la confrontación entre ambos para aumentar sus índices de popularidad, en especial, para ganar espacio entre los indecisos, que constituyen la cuarta parte del electorado.

Con el desplome de la popularidad de Yatseniuk, casi hasta el nueve por ciento, se inició la parte activa de la campaña electoral de Yanukovich y Timoshenko, en junio pasado, aunque la Comisión Central Electoral sólo en octubre decretó la apertura oficial de esa etapa.

Medios de prensa ucranianos consideran que en esta ocasión, a diferencia, por ejemplo, de la campaña electoral para los comicios parlamentarios de septiembre de 2007, cuando muchos compitieron por mostrar más hostilidad a Moscú, ahora es casi a la inversa.

La línea defensa de la cooperación con Rusia en todos los campos de Yanukovich, aunque continúa como la más visible, parece enfrentar cierta competencia con el tono conciliatorio respecto a Moscú mostrado por la Primera Ministra y Yatseniuk.

El dirigente del PR, al inaugurar recientemente el Congreso de esa agrupación, fue preciso en sus definiciones de política exterior al prometer una nación fuera de los bloques militares como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Para el actual mandatario Viktor Yuschenko, su país debe integrarse a la OTAN y a la Unión Europea, mientras se presenta como genuino representante de las ideas de la Revolución Naranja, ocurrida tras la segunda ronda de las presidenciales de 2004, con apoyo de Occidente.

El respaldo de apenas el tres por ciento de Yuschenko y su condición de uno de los políticos más rechazados dentro de Ucrania demuestran la demanda real que poseen las posiciones pro-occidentales en la Ucrania de hoy.

Tal situación si parecen haberla comprendido el resto de los políticos que buscan nuevos espacios con un cambio casi radical de los discursos.

Las promesas son similares en todos los casos, incluso las de Timoshenko, uno de los responsables de la reacción de su país ante los impactos de la recesión mundial, es decir, resolver el problema de la crisis interna, mejorar las pensiones y luchar contra la corrupción.

Yanukovich hace un mayor énfasis en su plataforma de política exterior y continúa como el candidato con más posibilidades de obtener mayor cantidad de votos en la primera ronda electoral del 17 de enero de 2010.

Sin embargo, casi todos los analistas pronostican un retorno a las urnas en febrero del próximo año.

En caso de una segunda ronda entre Yanukovich y Timoshenko, el primero obtendría 37 por ciento de los votos, contra los 26 puntos de su rival, mientras el voto contra todos se elevaría a 22, el de los indecisos a ocho y la abstención llegaría a siete.

Otra variante sería el dúo Yanukovich-Yatseniunk. El primero contaría con 36 por ciento y el segundo con 24, igual que el por ciento de los contrarios, 10 de indecisos y siete de abstencionistas.

Una variante menos probable, manejada por el Fondo de la Opinión Pública de Ucrania (FOM), sería una segunda ronda entre Timoshenko y Yatseniuk, en la cual ambos igualarían resultados a 22 puntos, con un voto contrario a todos de 35, 13 de indecisos y ocho de abstención.

Por separado, Yanukovich cuenta con un respaldo de 27 por ciento, Timoshenko 16, Yatseniuk nueve, el líder comunista y candidato unido del bloque de izquierda, Peter Simonenko, el cuatro, y Yuschenko el dos, al igual que el banquero Serguei Tipilko, señala el FOM.

El uno por ciento corresponde por igual a Litvin, al ex boxeador y miembro del Parlamento de Kiev, Vitali Klichko, y al líder de la organización nacionalista "Libertad", Oleg Tiagnibok, mientras que contra todos los candidatos se pronuncia el 15 por ciento.

Para participar en las elecciones, cada candidato debe depositar un millón de grivnas (unos 300 mil dólares), que sólo los recupera si pasa a una segunda vuelta presidencial.

El presupuesto destinará 137 millones de dólares para realizar los comicios, pero si la principal ley económica del país no se aprueba, la contienda electoral podría ponerse en duda, afirma el director del Fondo de Iniciativa Democrática, Ilko Kucheriv.

Los 100 millones de dólares asignados con ese fin en el presupuesto de este año serían insuficientes, considera.

Otro obstáculo para la realización de la contienda presidencial sería un decreto del Tribunal Constitucional sobre la falta de apego a la Carta Magna de algunas disposiciones de la nueva ley electoral, aprobada en enero pasado y rechazada por Yuschenko.

Medios de prensa en Kiev afirman que los magistrados del Constitucional preparan una versión, en la cual se oponen a cinco aspectos de la referida ley, lo que obligaría a los diputados a reunirse y con carácter urgente aprobar las modificaciones.

Para 2004, el número de observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa fue de mil 832, mientras que en esta ocasión serían unos 600.

El electorado ucraniano deberá elegir entre políticos conocidos como Yanukovich, Timoshenko, Yatseniuk o Yuschenko, quienes cambiaron de posiciones políticas y visiones de modelos económicos en varias ocasiones en los últimos cinco años

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