Berlín, 30 nov (EFE).- El ucraniano John Demjanjuk, quien responde a partir de hoy ante un tribunal de Múnich por ser el presunto autor del asesinato de 27.900 judíos, es uno de los últimos rostros vivientes de la barbarie nazi y de los esfuerzos por borrar un pasado criminal que muchos emprendieron después de 1945.
El proceso de Múnich no es el primero al que tiene que someterse Demjanjuk por presunta vinculación con crímenes del nazismo. Ya en 1975 su nombre figuró en una lista del gobierno soviético de antiguos colaboradores de los nazis que habían emigrado a EEUU.
Al iniciarse las investigaciones, cinco supervivientes del campo de concentración de Treblinka (Polonia) creyeron reconocer a Demjanjuk como "Iván el terrible", guardián que cometió tremendas atrocidades entre 1942-1943.
El gobierno israelí le acusó formalmente de crímenes de guerra en 1977 y, en junio de 1981, un tribunal de Ohio le retiró la nacionalidad por haber mentido sobre su pasado en su solicitud de visado de inmigración. Dos años después, Israel pidió a EEUU su extradición, que se hizo efectiva en febrero de 1986.
Fue condenado a la horca en abril de 1988, pero en julio de 1993 la Corte Suprema israelí revocó su condena tras obtener nuevas evidencias que ponían en duda su identidad.
Según los archivos del KGB soviéticos, desclasificados tras caer la URSS, "Iván el terrible" era en realidad Iván Marchenko, como habían declarado una treintena de antiguos guardias de Treblinka.
Ello permitió que Demjanjuk regresara a EEUU junto a su familia, tras cinco años de reclusión en Israel. Un tribunal de apelación le restituyó la nacionalidad estadounidense.
Sin embargo, en 2001 el Departamento de Justicia estadounidense retomó el caso, esta vez basándose en su presunto servicio como guardián de los campos de concentración de Sodibor y Majdanek.
Al año siguiente, un juez revocó por segunda vez su nacionalidad.
En 2004 un tribunal de apelación ratificó la revocación, por lo que Demjanjuk quedó como apátrida.
En noviembre de 2008, la Fiscalía de Múnich declaró poseer evidencias de su participación en la muerte de judíos en Sobibor entre marzo y septiembre de 1943.
En marzo de 2009, la justicia alemana dictó orden internacional de detención contra Demjanjuk, al que acusó formalmente de colaborar en el asesinato de 27.900 judíos.
El 14 de abril siguiente, un juez estadounidense aplazó en el último momento su deportación a Alemania. Uno de sus hijos apeló la extradición, alegando que constituiría "tortura" dados sus problemas de salud.
El 7 de mayo de 2009, el Tribunal Supremo denegó definitivamente la solicitud de detener su deportación. Cuatro días después, fue extraditado a EEUU. Llegó a Múnich (Alemania) el 12 de mayo para ser juzgado.
Demjanjuk nació el 3 de abril de 1920 en Dubovi Makarensy, en la provincia de Kíev (Ucrania), y fue bautizado con el nombre ruso de Iván.
Trabajó como conductor de tractor hasta 1941, cuando fue reclutado por el Ejército Rojo para luchar contra la invasión alemana. Cayó prisionero en mayo de 1942 y fue enviado al campo de detención de Chelmno (Polonia), donde aceptó colaborar con las SS alemanas.
Después de la guerra, vivió primero en Alemania, donde se hizo pasar por desplazado, y luego, en 1952, emigró a Estados Unidos junto con su familia y cambió su nombre ruso "Iván" por el inglés de John. EFE rz/jcb/ah
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