martes, 24 de febrero de 2009

La Unión Mediterránea rivaliza en la UE con la asociación de países del Este

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea pasaron ayer revista al estado en el que se encuentran los preparativos para poner en marcha la Asociación Oriental, que recibió una primera acogida favorable en la reunión europea del pasado diciembre. Este organismo debería iniciar su andadura en mayo, con una cumbre especial que se celebrará el día 7 en Praga, después de que la UE le otorgue su respaldo en el Consejo Europeo de marzo.
El refuerzo de la cooperación financiera con las seis ex repúblicas soviéticas que se beneficiarían de la iniciativa ha cobrado más relevancia, si cabe, tras la última guerra del gas entre Ucrania y Rusia, y la amenaza de quiebra económica que afecta a las economías más frágiles del Este. Los países concernidos son Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania.
La iniciativa, que la Comisión Europea puso sobre la mesa del Consejo el 3 de diciembre, es generalmente bien considerada por los Veintisiete. Tiene sus orígenes en una propuesta de Polonia y Suecia de mayo del 2008. La comisaria responsable de la iniciativa, Benita Ferrero-Waldner, insistía ayer en la oportunidad de la Asociación Oriental. «Tenemos un interés estratégico crucial en que estos países sean estables política y económicamente», declaraba al margen de las deliberaciones del Consejo.
El presupuesto
El capítulo presupuestario es el que despierta las mayores suspicacias. La Unión para el Mediterráneo (UPM) y los países del Este se reparten la partida presupuestaria correspondiente a la Política de Vecindad durante el periodo 2007-2013, a razón de dos terceras partes para la primera y una tercera para la segunda. Francia, defensora de la UPM, exige que esa relación se mantenga, pero la Comisión considera apropiada una revisión de equilibrios.
España no se opone al nuevo marco de colaboración con los países del Este, salvedad hecha del capítulo presupuestario sobre el que todavía no se ha pronunciado. Hace notar, no obstante, que esta zona se beneficia ya de diferentes programas. En los planes de suecos y polacos, el partenariado oriental debía emular a aquel Grupo de Visegrado por el que Checoslovaquia, Polonia y Hungría iniciaron su andadura hacia la plena adhesión a la UE.

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