miércoles, 2 de julio de 2008

Mariana Tkalych: «En mi país todos van muy elegantes a un espectáculo de tanta categoría»

Viniendo a lugares como el Palacio de Carlos V vuelven a su mente los recuerdos de su vida en Ucrania. Mariana Tkalych lleva siete años en nuestro país, junto a sus dos hijos. «Vine un año, para ver cómo era la vida aquí, y me quedé», comenta Mariana, esteticiene especializada en el cuidado de las uñas. En Ucrania aprendió música, un poco de piano, un poco de guitarra, pero sobre todo se especializó en el bayan, una especie de acordeón, típicamente ruso, «con un sonido precioso», dice. La idea de escuchar un concierto en el Palacio de Carlos V -donde sólo ha estado como turista, recién llegada a Granada-, le encanta. «Es un lugar precioso, toda la Alhambra es una maravilla, los jardines, la arquitectura, todo». Mariana es una apasionada de la música. Desde Mozart a Rachmaninov, pasando por Beethoven o Tchaikovsky. «Lo que no conozco es a los compositores españoles. En mi país se habla más de escritores o pintores de España que de músicos». Aunque en Granada ha ido a algunos conciertos en el Palacio de Congresos, el Festival no lo conocía. «Me parece una experiencia fabulosa». No ha tenido tiempo de cenar y pide una limonada con hierbabuena y un sandwich vegetal en el ambigú de Bernina. «Es muy agradable poder cenar aquí antes de escuchar la música, y está muy bueno lo que he escogido». Sin embargo, le extraña que a un concierto de tanto nivel la gente no vaya más arreglada todavía. «En mi país todo el mundo va super elegante a un espectáculo de tanta categoría. Si es de rock no, desde luego». Una vez sentada y tranquila, Mariana disfrutó con Les Musiciens du Louvre. «Tienen un gran nivel, la música ha sonado fantástica y me ha gustado la acústica del Carlos V». Mariana, que lleva todo el día trabajando, siente como si la vida se parara bajo la noche estrellada, y en el círculo del Carlos V. «Me gusta la sensación de estar al aire libre, de poder ver las estrellas mientras escuchas la música. El tiempo parece detenerse, de repente ya no existe el mundo exterior, tan sólo este lugar tan bonito». El programa también le ha gustado, aunque confiesa que prefiere la música instrumental al canto. «En cualquier caso, precioso, y ellos han tocado con muchísima calidad, la acústica también muy buena».La conclusión de esta noche especial, es que Mariana Tkalych tratará, en años sucesivos, de encontrar entradas para venir al Festival. «Lo he pasado de maravilla, me ha gustado mucho la experiencia y me gustaría repetir». Hoy le espera otro nuevo día de duro trabajo, y el concierto ha terminado tarde. «Pero me ha merecido la pena, no me importa si estoy un poco cansada, porque tendré el recuerdo de este concierto tan bonito que me ha relajado mucho».

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