sábado, 24 de mayo de 2008

¿Volverá a ganar algún país de Europa Occidental?

Un fantasma recorre Europa. Y no es tan serio como el comunismo, pero casi. Se llama bloc voting y desde hace años ha convertido en un imposible que un país situado al oeste del Elba gane en Eurovisión. El año pasado, un parlamentario liberal británico alzó la voz tras la victoria de la Serbia Marija Serifovic. Es perjudicial para las relaciones de los pueblos en Europa, dijo Richard Younger-Ross, el último político preocupado por el bien común.
El polémico asunto preocupa especialmente en el Reino Unido, donde el festival es toda una institución. Puede que no volvamos a ganar nunca, dijo el martes Terry Wogan, el Uribarri inglés, que retransmite el certamen para la BBC desde el año 1973.
La lectura es sencilla: yo voto a mis vecinos y ellos me votan a mí. De este modo, se garantiza que el que tenga mejor candidato de mi grupo y logre llamar la atención del votante medio de otros países se acerce con sencillez a la victoria.
Un eurovirus
El fenómeno, habitual desde el comienzo del concurso, se ha multiplicado exponencialmente en las últimas ediciones. Especialmente tras la entrada de las repúblicas ex soviéticas y la desmembración de Yugoslavia.
Los pioneros, razones geopolíticas evidentes, fueron Grecia y Chipre, que desde el principio de los tiempos se otorgan sin pudor 12 puntos. Por el diplomático principio de reciprocidad.
En los años ochenta, unos pocos países actuaban así, el llamado Benelux sobre todo. Pero llegaron los noventa, tras la caída del telón de acero... y se comenzó a alzar otro.
Entre 1993 y 1994 se sumaron al certamen diez países. En 1998, ya eran doce los países solidarios. ¿Y ahora? Según el experto Derek Gatherer, en la actualidad hay 31 países implicados en los trapicheos. La gente observa cómo ocurre en cada edición de Eurovisión y cada año deciden hacer ellos lo mismo, explica.
La entrada del sistema de votación por medio de llamadas telefónicas y envío de SMS, el voto popular frente al de jurados, ha facilitado el culito veo, culito deseo. Desde que ganara Estonia en 2001, la gala, que se celebra en el país del vencedor, no ha llegado más acá de los Alpes: Letonia, Turquía, Ucrania, Grecia, Finlandia y Serbia. Este año, entre los principales favoritos están Ucrania, Rusia, Serbia, Armenia... De hecho, España es el único país que no pertenece a ningún bloque de votaciones situado entre los diez primeros en las casas de apuestas.
En realidad, sí pertenece a uno: el eje pirenaico. Andorra y España suelen cruzarse las más altas puntuaciones en cuanto tienen ocasión. Algo que también hacen Bélgica y Países Bajos. Pero los bloques realmente sólidos y competitivos son el Imperio Vikingo (países nórdicos y bálticos), el Bloque de los Balcanes (donde países como Grecia, Serbia, Albania o Bosnia siempre resultan especialmente favorecidas) y el Pacto de Varsovia (que engloba a las antiguas repúblicas de la Unión Soviética junto a Polonia).
El problema, si es que lo es, crece porque los nuevos países aceptados en la organización aprenden rápido: Armenia entró a concurso en 2006 y en los dos años se ha intercambiado 12 puntos con Rusia.
Al menos a nosotros nos sigue votando Grecia, por la reina Sofía, obviamente.
http://www.publico.es/culturas/108080/volvera/ganar/pais/europa/occidental

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