martes, 13 de mayo de 2008

Pasó igual con "Moctezuma"

Luego de 278 años tocan de nuevo ópera perdida de Vivaldi
El Sol de Cuernavaca
12 de mayo de 2008
Tomás LópezOEM.- Una ópera del compositor Italiano Antonio Vivaldi, que había estado extraviada y fue hallada hace unos 15 meses, fue ejecutada el sábado 3 de mayo por primera vez en 278 años, en Praga, república Checa. "Argippo", la ópera en cuestión, fue escrita para la capital checa y estrenada allí en 1730.Pero esta obra un cuento de amor, pasión y engaños que transcurre en la corte de un maharajá en India desapareció luego sin dejar rastro alguno. La mayor parte de la partitura fue descubierta en Alemania por un joven músico checo que completó las partes que faltaban.Ondrej Macek quien toca el clavicordio y tiene una gran pasión por rastrear música rara fue el principal responsable de la tarea; y todo lo que tuvo que hacer fue seguir el folleto original de la noche de estreno conteniendo el libreto, a sabiendas de que los músicos Italianos que tocaron "Argippo" por primera vez en Praga se trasladaron luego a Alemania.Sólo dos tercios de la partitura habían sobrevivido a los siglos, y Macek usó otras arias de Vivaldi para acoplarlas al texto.MOCTEZUMA CON FINAL FELIZPor cierto este caso es muy semejante al caso de la ópera "Moctezuma" también de Vivaldi que permaneció perdida por espacio de 250 años, la cual fue estrenada en el 2006, aunque su descubrimiento fue en el 2002 entre los archivos que estuvieron a punto de ser quemados al término de la Segunda Guerra MundialEra Moctezuma, el último monarca de los aztecas, que se le presentaba heroico, digno, en el preciso instante en que caía de la gloria y que le seducía justamente por el trágico esplendor de su reino de oro de Tenochtitlán. Magnífica ciudad, rodeada de agua, canales y barcas como su Venecia, y que al igual que 'La Serenissima' en tantas ocasiones, era ahora apetecida por fuerzas invasoras.Fue así como el gran maestro del barroco cuando en 1733, a la respetable edad de 55 años, inició la composición de una de las noventa y tantas óperas que dijo concebir. Con esta se apartaba de la costumbre de la época: la de buscar inspiración en leyendas mitológicas de la antigüedad o en monarcas y personajes de la historia Europea.Con todo, la verdad es que el Nuevo Mundo sirvió muy poco de inspiración para los compositores europeos de ópera. Desde siempre se supo de su existencia. Es más, el libreto o guión usado por Vivaldi nunca se extravió, y estuvo al alcance de todos.En fin, en cuanto a la suerte de la partitura original de este Moctezuma, todo indica que, poco después de la muerte del compositor, fue a parar inexplicablemente a una biblioteca de Berlín, Alemania. Allí languideció, como languideció el interés por Vivaldi, salvo el generado por algunos contemporáneos alemanes incluyendo a Bach, hasta entrado el siglo XX.Pero al terminar la II Guerra Mundial, dicha biblioteca cayó en poder soviético y su contenido fue a parar a Kiev, la capital de Ucrania. No fue sino hasta 2002, cuando se tuvo por fin acceso riguroso a esta antigua colección berlinesa, que musicólogos prestaron atención a unos folios cuya portada ofrecía la siguiente inscripción de puño y letra de un copista dieciochesco italiano: "La poesía de esta ópera es del Ill Giusti, la música de D. Ant. Vivaldi."CIUDADES GEMELASAparece aquí, como entrando a escena, la figura del poeta Luigi ó Girolamo Giusti, pieza clave para entender de dónde le vino la inspiración a Vivaldi para escribir su Moctezuma. Hombre culto e inquieto, Giusti pertenecía a los círculos literarios e intelectuales de la aristocracia veneciana.Fue él quien, basándose en un tal de Solís, cronista español de la conquista de México, concibió la trágica historia del último emperador azteca como materia perfecta para llevar a la ópera. Moctezuma con final felizPero los responsables de la obra sorprendieron para no romper con la convención de la ópera seria del barroco, se apartaron por completo de los hechos históricos y produjeron un "lieto fine", o sea, un final feliz que no dejara decepcionar al público.Desde el despuntar de la ópera, ambos han sido amantes y han luchado por la reconciliación entre sus pueblos, la misma que al bajar el telón por fin personifican. Este Moctezuma de Vivaldi y Giusti tiene tanta vigencia hoy como en el día de su estreno.Por cierto para los expertos en la obra del "Cura Rojo", cualquier parecido con la situación mundial contemporánea es pura coincidencia.Y es que se trata al fin y al cabo de lo que sucede cuando una civilización invade a otra con pretextos forzados, en aquel caso la evangelización y eventual salvación de salvajes, y la somete a sangre y fuego puesto que quiere cambiarla hasta en lo más profundo de su esencia.

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