martes, 27 de mayo de 2008

Medgaz: el gasoducto que unirá España y Argelia comienza a 'bucear'

El corazón del desierto del Sahara y los fogones españoles están hoy algo más cerca. Medgaz , el gasoducto que recorrerá las profundidades del Mediterráneo para unir los yacimientos argelinos con los hornillos y calefacciones de nuestros hogares, comienza a ser una realidad. Esta misma semana se iniciará el tendido de la primera parte del gasoducto submarino desde Almería hacia Beni Saf y después se pasará a colocar la parte de menor profundidad desde la costa africana hacia España.
El buque Castoro Sei, propiedad de la empresa italiana Saipem, lo tiene todo listo. Ha pasado el último mes en el puerto de Almería trabajando a destajo día y noche. Había que construir la parte menos profunda del trazado, un total de 120 kilómetros de tubería, que ya tiene listos. Alrededor de 300 personas han soldado las piezas llegadas desde Japón para tener preparado el lanzamiento con la llegada del verano.
El Castoro Sei, un buque de 153 metros de eslora, 70,75 metros de manga y una altura de 30 metros, se encargará de ir colocando pieza a pieza la tubería en el lecho marino. Después, la responsabilidad del trazado de más profundidad, el que llegará hasta los 2.160 metros, pasará al Saipem 7000, que realizará la labor más complicada.
Tubos de 12 metros
Los trozos de 12 metros han ido llegando hasta Almería desde octubre del año pasado hasta febrero de este mismo ejercicio, para iniciar ahora un largo y duradero viaje hasta las profundidades del mar.
Cada tubo se ha tenido que cargar desde el muelle en barcazas de transporte. A partir de ahí, una vez colocadas al lado del gigante Castoro, unas grúas han izado las tuberías hasta la zona de almacenamiento, situada en la cubierta principal.
Desde este emplazamiento, los tubos se trasladan a la llamada estación de biselado, donde los operarios de Saipem preparan los bordes para su posterior soldadura. Los empleados del buque italiano, una auténtica torre de Babel, han soldado las tuberías de 12 metros para formar tramos hasta con cuatro partes, es decir, de 48 metros de longitud.
Una de cada seis tuberías, antes de entrar en la estación de preparación, se traslada a otra zona del barco donde se le coloca un ánodo de sacrifico que se encarga de proteger a la tubería frente a la corrosión. Una vez se han preparado los bordes, dichos tubos se dirigen al taller de soldadura y allí se unen ya las dos tuberías de 24 metros de longitud cada una.
Las soldaduras se realizan primero por la parte de fuera y luego por la de dentro. Para ello, se utiliza una maquinaria especial dedicada a esta función y luego se pulen las soldaduras con bolas de acero para preparar la superficie antes de aplicarles las juntas termoretráctiles que las protegerán de la corrosión.
Control de calidad
Una vez realizada esta operación, llega el momento de su control de calidad. Hay que comprobar que no hay poros en las soldaduras que pudieran causar posteriores fugas de gas natural cuando ya esté instalado en el mar.
Con ese objeto, las juntas dobles de 24 metros se llevan a una estación de ensayos no destructivos para su verificación antes de dar un paso más.
Una vez aprobadas las soldaduras, se unen los tramos de 24 metros en los definitivos de 48 metros en las llamadas firing lines, para crear lo que en términos técnicos se conoce como las quad joints, es decir, las partes de 48 metros que se unirán antes de ser lanzadas al fondo del mar.
El método de construcción que utilizará Medgaz en las zonas costeras se llama tendido en S, por la forma que adquiere la tubería durante su montaje.
Los tubos, soldados previamente, se tienen en posición horizontal, adoptando entonces la forma de S hasta su llegada al fondo marino.
En total, este proceso de construcción en aguas poco profundas (hasta los 550 metros) está previsto que dure los próximos cuatro meses. Y en el tercer trimestre de este año se realizará la parte de mayor profundidad.
Polémica con Sonatrach
El proyecto se ha puesto en marcha en plena polémica entre la empresa estatal argelina Sonatrach y el principal operador gasista español, Gas Natural. Ambas empresas se enfrentarán en los tribunales por el aumento de la participación de la empresa argelina en el gasoducto y por el permiso de comercialización que el Ministerio de Industria le otorgó a la empresa para vender mil millones de metros cúbicos (1 bcm) de gas en nuestro país.
Gas Natural considera que este panorama podría provocar una situación injusta, ya que existe un riesgo de integración vertical, al ser Sonatrach productor, transportista y comercializador, pero también ve como la entrada de gas por el Magreb se vuelve menos competitiva.
Medgaz nació en diciembre de 2006 con la decisión de inversión de sus socios. A partir de ese momento, se comenzó a trabajar para llegar a este punto: la construcción del gasoducto.
El gasoducto tendrá una capacidad de 8 bcm al año -España consume 29 bcm- y recorrerá un total de 210 kilómetros para unir España con Argelia, sin pasar por Marruecos. Se prevé que se dedique una inversión de 900 millones de euros para poner en marcha la instalación el próximo año.
Un hito tecnológico
Este hito tecnológico nació de un encuentro entre el presidente de Cepsa, Carlos Pérez de Bricio, y el ministro argelino, Chakib Khelil, durante unas vacaciones en Alicante. En aquel momento, los grandes gasoductos no llegaban a las profundidades marinas de 2.000 metros, pero la ciencia ha dado un salto y el reto para la ingeniería ha sido superado con éxito.
Medgaz está formado por Sonatrach (36 por ciento), Cepsa (20 por ciento), Iberdrola (20 por ciento), Endesa (12 por ciento) y Gaz de France (12 por ciento) y será construido por Saipem, una de las empresas líderes en infraestructuras marinas. La empresa italiana se ha encargado de proyectos en todo el mundo, como el gasoducto entre Libia e Italia (Greenstream) o el gasoducto Magreb-Europa.
A nivel mundial, la principal referencia de infraestructuras en aguas profundas es el Mardi Gras: un proyecto de BP que, en el Golfo de México, transporta crudo y gas natural a más de 2.000 metros de pro- fundidad. Su capacidad total es de un millón de barriles de crudo por día y 1.500 millones de metros cúbicos de gas natural por día. La puesta en marcha se realizó en 2003, con un sistema formado por cinco tuberías.
El gasoducto báltico es el futuro enlace entre Rusia y Alemania (y, eventualmente, Reino Unido). Atravesará el mar Báltico con un recorrido de 1.200 kilómetros. Deberá pasar por territorio de Polonia y Ucrania. Su puesta en marcha está prevista para 2010 por E.ON y Gazprom. Tendrá una capacidad inicial de 27.500 millones de metros cúbicos de gas por año y una segunda fase de 55 bcm al año. Y el Galsi que unirá Argelia con Italia, vía isla de Cerdeña. Edison y Sonatrach pondrán en marcha el tubo a finales de 2010 con una capacidad de 8 bcm al año

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