martes, 18 de marzo de 2008

Rusia perderá si los talibanes vencen a la OTAN en Afganistán

BRUSELAS (AFP) — Los destinos de Rusia y la OTAN en Afganistán dependen uno del otro, ya que ambos perderán en caso de que los talibanes vuelvan al poder, afirmó el embajador ruso ante la Alianza Atlántica, instando a un diálogo reforzado de cara a la cumbre de Bucarest a principios de abril.
A dos semanas de la reunión del presidente ruso, Vladimir Putin, con los líderes de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en la capital rumana, el embajador Dmitry Rogozin advirtió sobre las "amenazas comunes" que surgieron tras el final de la Guerra Fría. Entre esas amenazas mencionó la ampliación de la OTAN, la cuestión de los sistemas de defensa antimisiles y Kosovo.
A ese respecto, las discusiones de alto nivel entre Rusia y Estados Unidos sobre los sistemas de misiles concluyeron este martes en Moscú sin acuerdo, informó el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
Si algunos analistas consideran que la cumbre OTAN-Rusia del 4 de abril puede ser motivo de tensión, Rogozin afirmó que el éxito de este encuentro inédito ya está garantizado de antemano. "La presencia del presidente Putin es, de por sí, un éxito", indicó a la AFP este diplomático de 44 años, considerado un nacionalista.
"Buena voluntad genera buena voluntad", dijo el embajador, e insistió en que la OTAN y Rusia deben trabajar juntos para hacer frente a las amenazas del mundo globalizado. "Hay un vínculo directo entre nosotros. Cuanto más tranquilas estén las cosas en Afganistán, más tranquilas estarán en Rusia. Si las tropas de la OTAN fracasan en Afganistán, habrá una real amenaza para Rusia", agregó.
"La OTAN despertó al dragón en Afganistán y si la OTAN parte y ese dragón aprende a volar, volará hacia nuestro territorio", explicó, al referirse a la situación en ese país asiático, donde la resistencia forzó la retirada de las tropas soviéticas en 1989, tras diez años de guerra.
La OTAN lidera un contingente de 43.000 hombres en Afganistán que tiene como objetivo expandir la autoridad del débil gobierno central afgano pero que choca con una feroz resistencia de las milicias fundamentalistas islámicas de los talibanes, que gobernaron el país hasta 2003.
Para mejorar el abastecimiento de provisiones en Afganistán, el mayor productor mundial de opio y tierra fértil para el terrorismo, la OTAN quiere sellar un acuerdo con Rusia para que sus tropas puedan transitar o volar por territorio ruso.
Pero si Rogozin comparte la visión de que Afganistán, y en particular el área fronteriza con Pakistán, es quizás el desafío más grande a nivel mundial en términos de seguridad, también insiste en la necesidad de que la OTAN cese de presionar en ciertos temas si quiere la ayuda de Rusia.
"Si hay un fiasco en Afganistán, nos sentiremos mal por ello. Pero si la OTAN trata de presionar a Rusia o estar en conflicto, ¿por qué Rusia debe ayudar?", preguntó desde su austera oficina, decorada con una fotografía de Putin vistiendo uniforme militar de invierno.
Los 26 países de la OTAN y Rusia se han enfrentado en los últimos tiempos por varias razones, entre ellas la expansión de la Alianza Atlántica al ex territorio soviético, la independencia de Kosovo y los planes de defensa antimisil norteamericanos.
Un punto clave de tensión son las aspiraciones de Georgia y Ucrania de sumarse a la OTAN, que Rusia rechaza. Según el embajador ruso la adhesión de Georgia incitaría la secesión de las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur, lo que desestabilizaría el Cáucaso norte y a Rusia.
En cuanto a Ucrania, Rogozin dijo que la mayoría de la opinión pública se opone a una adhesión a la OTAN.

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