viernes, 7 de diciembre de 2007

El presidente de Ucrania propone a Julia Timoshenko como jefe del Gobierno


Yúshenko la destituyó en 2005 debido a las quejas de los grandes magnates del país

Más de dos meses después de las legislativas, la recién constituida Rada (Parlamento unicameral de Ucrania) se dispone a votar la candidatura propuesta por el presidente del país, Víctor Yúshenko, para ocupar la jefatura del Gobierno. El nombre que los diputados deberán someter a votación es el de Julia Timoshenko, la pasionaria eslava, famosa por su destacado papel en la llamada Revolución Naranja. Aquel levantamiento popular, acaecido durante los meses de noviembre y diciembre de 2004, terminó con la repetición de las elecciones presidenciales.Si, como ya ha sucedido en el pasado, ningún miembro de la fracción parlamentaria de Nuestra Ucrania, el partido de Yúshenko, rompe la disciplina de voto, hoy o a lo sumo el martes, la Dama naranja volverá a ser primera ministra. Así lo establece el acuerdo alcanzado laboriosamente entre Nuestra Ucrania (72 escaños) y el bloque que encabeza Timoshenko (156 escaños). Las dos formaciones reúnen 228 diputados sobre un total de 450 que tiene la Rada. Una mayoría muy apretada.Ella ya dirigió el Gobierno entre febrero y septiembre de 2005, pero Yúshenko la destituyó debido a las quejas de los grandes magnates del país. Además de iniciar una despiadada campaña contra la corrupción, que salpicó a varios colaboradores del presidente, Timoshenko planeaba una revisión de las privatizaciones. Ahora admite haber aprendido la lección y promete dirigir el Ejecutivo sin brusquedades que puedan ahuyentar a los inversores. Rusia la teme, entre otras cosas, por ser partidaria del ingreso de Ucrania en la OTAN.Pero la noticia también tiene repercusión en Rusia. Tras la victoria de la coalición naranja en las pasadas elecciones, las reacciones del Kremlin no se han hecho esperar. Rusia amenazó con reducir el suministro de gas a Ucrania por considerar que Timoschenko es una representante pro-occidental. Moscú era partidario de la victoria del partido pro-ruso del actual presidente ucraniano Yanukóvich. Antes de las elecciones parlamentarias, celebradas el pasado 30 de septiembre, los partidos naranjas acordaron que la fuerza más votada promovería al primer ministro, lo que corresponde al BYT.La coalición de mayoría ha acordado impulsar la integración en las instituciones occidentales, retirar la inmunidad a los diputados, abolir el servicio militar obligatorio y penalizar el transfuguismo parlamentario. Ahora, la carismática política insiste en que ha hecho examen de conciencia y que no repetirá los errores que condujeron en 2005 a las luchas intestinas en las filas naranjas.

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