lunes, 12 de noviembre de 2007

Una frontera en litigio

El estrecho de Kerch es una vía de tráfico de mercancías muy concurrida en la red de comunicaciones que se extiende entre el mar Negro y el Caspio, por medio del sistema de canales construidos en época soviética, que unen el río Volga con el Don. El Azov, en donde desemboca el Don, es un mar poco profundo (14 metros como máximo), motivo por el que no pueden transitar por él buques de gran calado.
Los vertidos provocados por el temporal en el estrecho de Kerch volverán posiblemente a poner sobre el tapete el problema de la delimitación fronteriza entre Ucrania y Rusia en esta zona, donde ambos países mantienen un litigio que en 2003 alcanzó gran virulencia en torno a la pertenencia de la isla de Tuzla. Esta isla fue en el pasado parte de una península rusa, parcialmente anegada, y está hoy bajo control de Ucrania.
Moscú quiere que el mar de Azov y el estrecho de Kerch sean una zona de uso común sin estatus internacional, y se opone a delimitar una frontera internacional como desea Ucrania. La posición rusa está motivada en gran parte por el temor a que en el futuro esta vía pueda ser utilizada por efectivos de la OTAN. Desde su independencia tras la desintegración de la URSS, Kiev deshoja la margarita de una eventual entrada en la OTAN.

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