martes, 27 de noviembre de 2007

Pintor Iván Marchuk, nombrado como genio surrealis


Es bautizado como "surrealista número uno" de Ucrania por los medios nacionales. Ucrania, ama la tierra, las mujeres, los pájaros: el pintor Iván Marchuk, considerado el "surrealista número uno" en su país, es también el único ucraniano que figura en la lista de los "100 genios contemporáneos" publicada recientemente por el diario británico The Daily Telegraph. "Un gran honor para mí", asegura este pintor, de 71 años, en su modesto taller situado debajo del tejado de un céntrico edificio de Kyiv, al tiempo que asegura desconocer las razones de esta decisión."No he escrito ninguna solicitud "acéptenme en el club de los genios'", bromea este hombre bigotudo, de cabello largo plateado, bautizado "surrealista número uno" de Ucrania por los medios nacionales, gran admirador de Salvador Dalí.
En la lista de The Telegraph figura en el puesto 72, secundado por dos colegas, el británico Damien Hirst, figura emblemática del arte conceptual, y el ilustrador norteamericano de comics Robert Crumb. Iván Marchuk se hizo célebre después de la independencia de Ucrania en 1991 y sus obras se venden allí actualmente a 15-20000 dólares por término medio, según el semanario Korrespondent.
Con frecuencia se habla de él como "el pintor preferido" del presidente Viktor Yushenko, que 2005 participó en la ceremonia de la colocación de la primera piedra del museo Marchuk, cuya construcción no ha avanzado mucho desde entonces.
Algunos expertos formulan reservas en cuanto al genio de Marchuk."Sí, es un ex disidente y un buen pintor que ha tenido un papel importante en el desarrollo de Ucrania, pero no es el personaje de toda una pléyade de artistas nacionales del siglo XX", estima Viktor Jamatov, presidente del Centro de Arte Moderno Soviart de Kyiv.
Nacido en un pueblo del oeste de Ucrania que entonces formaba parte de Polonia, Marchuk estudió bellas artes once años en Lviv (oeste), antes de ser enviado como decorador a un instituto de investigación de Kyiv.
El trabajo no le gusta y empieza a dibujar "de manera espontánea e intuitiva" seres fantasmagóricos, alejados del realismo socialista tradicional de la época soviética. Más tarde se orienta hacia la pintura e inicia en 1972 su serie "Voces de mi alma", que sigue siendo el meollo de su obra e incluye paisajes de pueblos ucranianos teÑidos de surrealismo, realizados con una multiplicidad de líneas finas y prominentes, que parecen un trenzado.
Un estilo que él mismo llama "plentanismo", de la palabra ucraniana "plesty" (trenzar).El periodo soviético de "estancación" en los años setenta es el más duro para el artista, que llega a plantearse el suicidio.
"Me humillaban, mis obras no se exponían, no podía inscribirme en asociaciones de artistas... Tenía encima a la KGB, que me torturaba con citas incesantes", cuenta el artista, que no quiere entrar en detalles y se limita a decir: "no quiero acordarme".
La perestroika de Mijaíl Gorbachov le permite salir de la Unión Soviética y marcharse a Occidente "para seguir un tratamiento moral y psicológico" A partir de 1989, vive en Australia, Canadá, Estados Unidos y acaba por volver en 2001 a su país, del que "tanto ama la tierra"
Al no saber inglés, trabaja mucho en el extranjero pero se siente aislado, "como en un cárcel". "Me aburría y ni había mujeres", recuerda el pintor. Desde su vuelta, este admirador de Van Gogh y Salvador Dalí se instala en Kyiv, donde madruga todos los días para trabajar sus pinturas hasta tarde y dar de comer a los gorriones en los parques del centro o en el balcón de su taller.
"Yo trabajo para asombrar a la gente", confía. "Pero puede que lo deje pronto, quiero saborear la vida, observar a las muchachas, quien sabe si cazar alguna", dice el artista con una sonrisa.

Fuente: 26noticias

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