jueves, 28 de julio de 2011

Los ortodoxos celebran la Cristianización de Rusia

Los festejos dedicados al Día de la Cristianización de Rusia comenzaron hoy, miércoles, 27 de julio, en Kíev. Ellos deben dar un impulso más al afianzamiento de la unidad religiosa y cultural de los pueblos de los tres países: Rusia, Ucrania y Bielorrusia. Durante largos años las tres repúblicas eslavas celebraban esta fecha tan solo a nivel eclesial. A partir de 2010, en los tres países, la fiesta recibió un estatus estatal.

En Kíev las solemnidades comenzaron con un oficio divino a cargo del Patriarca Kirill delante del monumento al santo príncipe Vladimiro. Al primado de la iglesia rusa le ayudaban los jefes de las iglesias ortodoxas ucraniana y bielorrusa. La Cristianización de Rusia es la opción histórica que predeterminó el futuro unido de nuestros pueblos eslavos, dijo el Patriarca.

Hoy no podemos menos de pensar en la gesta que otrora hizo el santo príncipe Vladimiro. Pues, antes de él Rusia había recorrido un gran trayecto, había unificado las tribus eslavas atomizadas, había creado un pujante poder centralizado, una fuerza militar que respetaban los vecinos. Pero la proeza del príncipe Vladimiro estuvo en fijar su mirada en lo básico, en ver aquellos valores sin los que la persona no puede vivir. El santo príncipe, al tomar el bautizo, obtuvo una visión espiritual, el sentido de la existencia humana.

Ya por tercer año consecutivo el primado de la iglesia ortodoxa rusa celebra el Día de la Cristianización de Rusia junto con los fieles ucranianos en la capital de Ucrania. Aquí es posible ver parroquianos de las más diversas provincias y ciudades de la república. Tatiana vino de Crimea. Dice que hace tiempo soñaba asistir a un tedeum oficiado por el Patriarca en Kíev.

He venido a encontrarme con el Patriarca. Cada fiel debe aspirar a ello. Pues, es nuestra fe y nosotros hemos de conservarla. Hoy la mayoría de las personas en Ucrania quiere ver una Rusia triúnica. Nosotros somos una Rusia unida e indivisible, la ciudad de Kíev es la madre de las ciudades rusas, pues justo aquí fue cristianizada Rusia. Yo, al llega aquí, me he percatado que el corazón de Rusia vibra justo en Kíev y vibra altamente. La víspera de los festejos de la Cristianización el Patriarca Kirill dirigió un mensaje pastoral a los fieles de los tres países. Para los tres países la ortodoxia ha pasado a ser una vigorosa fuerza que influye en la formación del carácter nacional, el aspecto moral y la psicología de los pueblos de la Rusia histórica. Justo por eso, asevera el Patriarca Kirill, hoy es tan indispensable afianzar los vínculos fraternos, potenciando así la civilización ortodoxa eslava.

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