La Unión Europea y Rusia intentarán avanzar en el régimen de flexibilización de visados durante la cumbre que se celebrará los próximos 31 de mayo y 1 de junio en Rostov (Rusia) en la que se abordará igualmente la actual crisis financiera mundial; la lucha contra el cambio climático y las cuestiones energéticas, así como la cooperación en materia de seguridad.
Está previsto que al margen de la reunión se firme un acuerdo de intercambio de información clasificada para mejorar la colaboración frente al terrorismo y el crimen organizado, según informaron fuentes europeas. El repaso a los temas internacionales y regionales, con especial atención al programa nuclear iraní, Oriente Próximo, Afganistán y Pakistán, se abordará en el almuerzo de trabajo del martes 1 de junio.
Moscú está especialmente interesada en agilizar las negociaciones para eliminar la exigencia de visado a los rusos que quieran viajar a la Unión Europea pero en Bruselas reina la cautela porque alegan que la parte rusa tiene que eliminar todavía muchas restricciones a los europeos. Según datos de 2008, la UE expidió 3,6 millones de visados mientras que Rusia concedió 1,6 millones.
La UE negocia con Moscú ampliar el ámbito de los ciudadanos rusos que pueden beneficiarse de este régimen como un primer paso hacia la liberalización pero antes se deberá hablar de otras garantías, como los pasaportes biométricos, los procedimientos de control en fronteras y los protocolos de información en caso de robo o pérdida de pasaportes. "No es para mañana", admiten en Bruselas.
Sin embargo, la pasada semana, el embajador ruso ante al UE, Vladimir Chizhov, urgía a los 27 a "acelerar" el proceso recordando que tras siete años de negociación es hora de abandonar los objetivos a largo plazo y centrarse en "algo más concreto".
Por lo que respecta al capítulo energético, la UE llevará a la cumbre su tradicional demanda de contar con un marco bilateral estable para las compañías energéticas y fomentar una buena cooperación entre Rusia y Ucrania, con el fin de evitar nuevos episodios de falta de suministro en Europa. Asimismo, reclamará más inversión en la vecina Ucrania de manera que la mayor red mundial de transporte de gas sea "fiable y segura".
En el terreno bilateral, la intención es reforzar la cooperación en el área de la gestión de crisis, como se hace ya con buenos resultados en Somalia en el marco de la Operación 'Atalanta' de lucha con la piratería. También se hablará de las complejas relaciones con los vecinos más próximos a Rusia, como Ucrania, Georgia o Moldavia y de la delicada situación de los derechos humanos. Fuentes europeas aseguran que se evocarán "algunos casos individuales".
AUMENTO DEL DÉFICIT COMERCIAL
En la cita de Rostov se hablará igualmente de la entrada de Rusia en la Organización Mundial del Comercio (OMC), asunto que Bruselas cree que está exclusivamente en manos de Moscú. "La pelota está en el tejado de Rusia", aseguran las fuentes.
Desde el punto de vista comercial, las exportaciones de la UE hacia Rusia pasaron de los 23.000 millones en 2000 a los 105.000 millones de 2008. Sin embargo, en el año 2009 cayeron en 66.000 millones debido a la crisis.
Por lo que respecta a las importaciones, éstas alcanzaron los 178.000 millones en 2008 y se redujeron en 115.000 millones el año pasado. En definitiva, el déficit comercial de la UE con Rusia ha aumentado de manera considerable al haber pasado en ocho años de los 41.000 a los 73.000 millones de euros. Rusia era en 2009 el tercer socio comercial de la UE tras Estados Unidos y China. El mercado ruso es el destino del 6% de las exportaciones europeas y genera el 10% de las importaciones, según los datos de Eurostat, la oficina estadística de la UE.
Los principales socios comerciales de Rusia son Alemania, Países Bajos e Italia. Casi el 85% de las exportaciones europeas a Rusia fueron productos manufacturados mientras que la la energía supuso casi las tres cuartas partes de las importaciones
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