sábado, 27 de marzo de 2010

Ucrania: cambio de guardia

Moscú, (PL) La llegada del presidente Viktor Yanukovich al poder, constituye un verdadero cambio de guardia en Ucrania, cuando en el Gobierno, la presidencia y el parlamento queda sin poder el equipo de la ex primera ministra Yulia Timoshenko.

Como bien afirma el embajador ruso en Ucrania, Mijail Zurabov, se crea una situación única en esa nación, cuando la Presidencia, el Ejecutivo y el Legislativo están en condiciones de trabajar juntos para poner en práctica ambiciosos planes internos e internacionales.

Yanukovich situó a uno de sus incondicionales, Nikolai Azarov, al frente del Gabinete, a diferencia de la disputa permanente que caracterizó los dos últimos años de relaciones entre Timoshenko y el saliente mandatario Viktor Yuschenko.

En la Rada Suprema (parlamento unicameral), el Partido de las Regiones (PR) formó una mayoría junto a los comunistas, el bloque del presidente de ese órgano Vladimir Litvin (BL) y más de un veintena de diputados de Nuestra Ucrania-Movimiento Autodefensa (NU-MA).

La nueva coalición de 234 diputados posee más fortaleza que la anterior, formada por el bloque de Timoshenko (BIUT), la alianza NU-MA y el BL, con poco más del mínimo de 226.

Sin embargo, el propio Zurabov indica que ningún analista se atrevería a pronosticar cuál será el destino de la actual estabilidad política dentro de un año.

La oposición ahora se encuentra dividida, en parte por las propias ambiciones personales de Timoshenko que desea estar el frente del bloque contestatario, aunque carece de la condición de diputada.

Al perder la segunda ronda de los comicios presidenciales del pasado 7 de febrero, la ex jefa de Gobierno lo probó todo.

Timoshenko se negó a reconocer al Presidente y al Gobierno, aunque ya lo hizo la comunidad internacional, denunció fraudes masivos que ni siquiera los observadores europeos constataron, perdió una votación de censura contra su gabinete y ahora quedó fuera de la Rada.

Sin embargo, ello esta lejos de significar la salida definitiva de la llamada dama de hierro de la arena política, pues en todo momento promete una oposición agresiva y poco constructiva contra Yanukovich.

Por otro lado, contra la unidad dentro de la mayoría parlamentaria actual atenta el hecho de que los diputados salidos de la NU-MA están ligados sólo de facto al PR, los comunistas y al BL.

La oposición se presenta dividida formalmente, a juzgar por el distanciamiento entre la NU y la ex primera ministra como también lo hace el ex presidente de la Rada Arseni Yatseniuk, quien considera que bajo ninguna circunstancia buscará la cooperación con el BIUT.

Mientras, el dúo de Yanukovich y Azarov intenta recuperar el espacio perdido en los nexos con Rusia, pero sin soslayar la perspectiva de la defensa de los intereses nacionales como en el caso del asunto del gas o el de la flota rusa del Mar Negro.

Yanukovich viajó el pasado 5 de marzo a Moscú, donde se reunió con su similar ruso, Dmitri Medvedev, y el primer ministro Vladimir Putin, y conversó un amplio espectro de temas desde el intercambio económico hasta la cooperación militar.

Pero el propio Azarov aclaró recientemente que su país buscará un acuerdo más ventajoso con Rusia para el suministro de gas y las cuotas a cobrar por el traslado de ese combustible a Europa.

El primer ministro ucraniano indicó que en el sector del gas se trabajará en tres líneas: la revisión del acuerdo de enero de 2009, la reducción del robo de gas en el proceso de distribución y la disciplina para el pago del citado combustible por la población.

Yanukovich busca un equilibrio razonable entre sus relaciones con Occidente y con Rusia.

En lo interno, el nuevo mandatario deberá tomar en cuenta que enfrenta un país dividido casi a la mitad en cuanto a conceptos de desarrollo nacional y posiciones se refiere, algo que nunca deberá dejar sin atención en la toma de sus decisiones.

Asuntos como el estatus del idioma ruso, el ingreso del país a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la relación con la Unión Europea, los pagos del gas ruso, y el estatus de la base naval de Sevastopol provocan posiciones encontradas en el país.

El equipo de Yanukovich muestra un público interés por devolver a la nación el orden fiscal y como primera medida deberá aprobarse el presupuesto de este año.

Sin embargo, dentro del propio gobierno existen diferentes intereses, pues era necesario formar un equipo ministerial de profesionales y que evitará mayores confrontaciones con la oposición.

La designación como viceprimer ministro económico del Serguei Tiguipko, tercero en la primera vuelta de las presidenciales del 17 de enero último, busca restar fuerza a la oposición y al mismo tiempo poner en práctica un programa afín con el PR.

El regreso de Yanukovich, esta vez como jefe de Estado, constituye un revés para quienes en 2004 protagonizaron la revolución naranja que llevó a pro-occidentales como Yuschenko y Timoshenko al poder, para cinco años después demostrar la inconsistencia de sus posiciones.

La tarea del nuevo equipo gubernamental en el poder consiste en mantener el respaldo popular y buscar un equilibrio entre las grandes líneas de pensamiento de los propios ucranianos.

No hay comentarios: