lunes, 18 de enero de 2010

El nieto de Stalin pide abrir un proceso a quienes acusaron a su abuelo de genocidio

Kiev, 18 ene (EFE).- El nieto del dictador soviético Iosif Stalin, Yevgueni Dzhugashvili, se dirigió hoy a la Fiscalía General de Ucrania para que abra un proceso penal contra los servicios secretos y el tribunal que acusó a su abuelo de genocidio de millones de campesinos ucranianos.

"Quiero llamar la atención sobre el hecho de que, incluso desde el punto de vista formal, al comienzo de los años 30 del siglo XX en Ucrania y en el mundo el genocidio no era considerado un crimen", aseguró Dzhugashvili, según las agencias ucranianas

El descendiente del dirigente soviético acusó al Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y el tribunal de apelación de Kiev de "pisotear el punto 1 del artículo 7 de la Convención Europea de Derechos humanos".

Este punto reza que "nadie puede ser juzgado por acciones o inacciones que, según la ley vigente, en el momento de ser cometidos no eran crímenes", apuntó.

Dzhugasvhili considera que la Justicia ucraniana debería centrar sus esfuerzos en los crímenes cometidos por el principal enemigo de Stalin, Hitler".

El pasado 13 de enero el tribunal de apelación de Kiev responsabilizó a Stalin y otros dirigentes de la URSS del genocidio de millones de campesinos en la colectivización forzosa de la tierra en los años treinta del siglo XX.

No obstante, decidió suspender el proceso en el que el SBU pretendía juzgar póstumamente a Stalin y Viacheslav Mólotov, ministro de Exteriores soviético, entre otros dirigentes soviéticos.

El tribunal explicó que decidió dar carpetazo al caso, debido a que el código penal ucraniano impide dictar sentencias contra personas ya fallecidas.

En todo caso, el tribunal confirmó la conclusiones del SBU de que los líderes soviéticos cometieron genocidio de la etnia ucraniana creando artificialmente condiciones de vida para conducir a su exterminio parcial.

En mayo de 2009 el SBU abrió un proceso de investigación sobre la hambruna estalinista, episodio histórico conocido en Ucrania como Holodomor, a lo que se opone terminantemente Rusia, el Estado que sucedió a la URSS.

A la hora de iniciar el proceso, los servicios secretos ucranianos se basaron en miles de desclasificados archivos secretos soviéticos, algunos con la firma de Stalin, testimonios de testigos y cerca de un millar de fosas comunes.

El presidente saliente de Ucrania, Víctor Yúschenko, de quien dependen los servicios secretos, mantiene que "el Holodomor es una de las mayores catástrofes humanas de la historia" y cifra en hasta diez millones a los ucranianos muertos durante el bienio 1932-1933, muchos más que durante la ocupación nazi de Ucrania en la II Guerra Mundial.

Mientras, el Instituto de Demografía de la Academia de Ciencias ucraniana cifró en 3.941.000 las personas que fallecieron de hambre durante la colectivización estalinista.

A su vez, los historiadores rusos consideran que la hambruna no fue una limpieza étnica dirigida a la eliminación de todo un pueblo (ucraniano) o nación, según la definición de genocidio que da la ONU, sino que estuvo dirigida contra los propietarios de la tierra por toda la URSS.

El nieto de Stalin presentó recientemente dos demandas judiciales contra la revista rusa "Nóvaya Gazeta" y la emisora de radio "Eco de Moscú" por acusar al dictador de ordenar personalmente la ejecución de miles de personas y difamar a su abuelo, respectivamente.

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