Olef, Dimitri o Roma. Son nombres que, en principio, nos pueden sonar lejanos, pero que para un puñado de familias vascas suponen un reencuentro cada verano. Se trata de los nombre propios de los llamados niños de Chernóbil, que no vivieron el desastre nuclear de 1986 pero sí conviven con sus consecuencias.
Para que algunos de estos menores olviden sus dificultades, al menos durante varios meses en verano, ha nacido una asociación llamada Chernobileko Umeak, creada por un grupo de familias que durante años han compartido vivencias con estos pequeños. Con su experiencia quieren abrir el abanico a nueva familias de acogida en el País Vasco.
Este verano la asociación quiere traer a Euskadi a cerca de 100 niños de entre 6 y 17 años. La mayoría son menores que ya han visitado nuestro país, y vuelven invitados por su familia de acogida. De entrada, en la campaña para 2010 Chernobileko Umeak se ha marcado como reto inmediato buscar familias a 10 niños con "necesidad extrema" de salir de su entorno, cerca de la central nuclear de Chernóbil. Las autoridades sanitarias les recomiendan salir de la zona al menos dos meses al año, pero sus familias no se lo pueden permitir debido a sus bajos ingresos. Por eso Chernobileko Umeak busca familias que los acoja este tiempo ayudándoles con una buena alimentación y un chequeo médico. Desde la asociación son conscientes de que en "tiempos de crisis" no es fácil encontrar familias dispuestas a asumir un gasto extra -el viaje y la manutención-, pero aseguran que merece la pena. De hecho, ocho de cada 10 repiten experiencia. Desde este viernes se van a ir programando charlas informativas para explicar el proceso y el programa de apoyo organizado para preparar a las familias acogedoras y mejorar así la experiencia. Para proporcionar más información, la entidad ha habilitado la página web http://chernobilekoumeak.blogspot.com.
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