jueves, 3 de septiembre de 2009

Una mujer sobrevive tras flotar en el mar durante 15 horas

Tanya, de 55 años, cayó al agua después de volcar su catamarán. Dos pescadores la rescataron a una milla de la costa de Dénia

VICENT X. CONTRÍ DÉNIA Doble heroicidad. La de los pescadores, que encontraron a una mujer viva flotando después de estar desaparecida en el mar durante quince horas, y la de la propia náufraga, que nadó y aguantó el frío de la noche y el calor del día a más de una milla de la costa de Dénia.
"Fue el traje de neopreno, pero también el hecho de que en Ucrania fue campeona de natación" afirmó su marido Hans Wienbeck a las puertas del hospital de Dénia.
La odisea comenzó durante la tarde del martes. Hans, de 68 años y de nacionalidad alemana, y su mujer Tanya, de 55 y natural de Ucrania, salieron a navegar con su catamarán desde la playa de les Deveses en Dénia. Su pasión por el mar y los deportes náuticos les ha mantenido fieles a las costas de la Marina Alta durante más de 25 años. Pero la jornada se torció sobre las siete de la tarde, según confirmó el propio Wienbeck. "Había olas y un fuerte viento y el catamarán dio un salto". Tras volcar la embarcación, de cinco metros de eslora, sujetó a su mujer pero otro golpe de mar la dejó a merced de las aguas donde desapareció.
Tras conseguir llegar a la costa se organizó el operativo de rescate. El día se acortaba y las posibilidades de encontrarla con vida también. Salvamento Marítimo se puso en marcha así como un helicóptero que recorrió la costa durante la noche. El mar para entonces estaba tranquilo y la luna iluminaba algunas manchas de mar. Sin embargo, conforme avanzó la oscuridad la angustia se apoderó de Hans Wienbeck.
Pero la suerte sonrió a Tanya. Dos pescadores deportivos la encontraron a una milla de distancia de la playa de l'Almadrava en els Poblets. Eran las diez menos cuarto de la mañana de ayer. Una vez en tierra fue trasladada al hospital de Dénia donde permanece en observación en el área de Urgencias. Su pronóstico es leve. Apenas sufrió una quemadura sobre las cervicales, aunque presentó claros síntomas de hipotermia y deshidratación. Los médicos podrían darle el alta durante la jornada de hoy.

"No te fíes", el bote rescatador
El vecino hispano-francés Michel Ferragut se había levantado temprano para pintar su pequeño adosado cercano a la playa de l'Almadrava, en els Poblets. Sin embargo, como gran aficionado a la pesca que es, no pudo evitar mirar el buen estado del mar y su mujer, Ana María, le animó: "ya pintarás mañana, aprovecha y vete a pescar". Junto a su hijo Hervé salieron a probar fortuna en el "No te fíes" un pequeño bote a motor bautizado con un nombre que advierte cada día de que el mar es traicionero. "Lo bauticé así en honor a un amigo que en Argelia me repitió esa frase varias veces cuando nos falló una barca y tuvimos que regresar a tierra".
La embarcación partió desde la pedregosa playa aguas adentro, hasta alejarse más o menos a una milla de distancia. "Sobre las diez menos cuarto me pareció ver una boya a lo lejos y le dije a mi hijo que nos dirigiéramos hacia allí". Cuando se acercaron a unos cincuenta metros el mayor de los Ferragut vio un brazo que emergía del mar y se movía. "Recoge el curricán que vamos a sacar a una persona" ordenó Michel a su hijo ante la exclamación de asombro de este último. La vida de Tanya iba a estar a salvo.

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