No es la primera vez que un aparato de la histórica compañía rusa Tupolev sufre un accidente de considerables dimensiones. Desde su fundación en 1922, y especialmente con la transparencia informativa tras la desaparición de la Unión Soviética, los aviones basados en el diseño de Alexander Tupolev han tenido serios percances con víctimas mortales.
El último, previo al accidente acaecido hoy en Irán, tuvo lugar el 17 de marzo del año 2007. Fallos en el fuselaje del TU-134 provocaron un aterrizaje de emergencia en la localidad rusa de Samaria antes de que se despedazara y provocara la muerte de siete de los pasajeros, así como heridas de diversa consideración en el resto de las 50 personas que viajaban en aquel aparato.
Poco meses antes, el 22 de agosto de 2006, un TU-154 con 169 personas a bordo, incluidos 45 niños, se estrelló en el este de Ucrania cuando intentaba un aterrizaje de emergencia que no consiguió culminar.
En 2002, cerca de la localidad alemana de Ueberlingen, concretamente en el Lago Constanza, un Tupolev 154 de la compañía rusa Bashkirian Airlines chocó contra un Boeing de carga 757 a las 23.53 horas, provocando la muerte de los 60 pasajeros y de la totalidad de la tripulación que viajaban en la aeronave que completaba la distancia entre Moscú y Barcelona. La colisión se produjo por un error de cálculo de ambos pilotos.
El 1 de octubre de 2001, con tan solo nueve meses de antelación al choque en el Lago Constanza, otro Tupolev 154 de la compañía Sibir se precipitó contra las aguas del Mar Negro, causando la muerte de las 76 personas a bordo. También en 2001, otro Tupolev chocó contra la estepa siberiana en la localidad de Irkutsk, provocando 145 muertos.
Esa misma región vio siete años antes un accidente de las mismas características y con un número algo menor de fallecidos, concretamente 124. En ese periodo de tiempo que transcurrió entre 1994 y 2001 acaecieron otros tres accidentes de aeronaves Tupolev: la isla de Sajalin, la localidad noruega de Spitzberg y Quito, la capital ecuatoriana, fueron testigos de las catástrofes aéreas provocadas por estos aviones rusos que en los últimos 15 años se han saldado con centenares de muertos y que, sin embargo, siguen siendo utilizados por muchas compañías.
Tupolev fabrica actualmente nueve modelos de aviones comerciales: los TU 104, 114, 124, 134, 144, 154, 204, 324 y 334.
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