miércoles, 18 de marzo de 2009

Para ganar en Afganistán, Obama necesita de Rusia y Europa

El presidente de Estados Unidos entra en el “gran juego” geopolítico

Última actualización 18/03/2009@12:48:17 GMT+1
Las tropas americanas están en Afganistán y necesitan suministro terrestre, ya que el aprovisionamiento aéreo no basta. La vía que cruza Pakistán carece de seguridad. Las únicas rutas viables que quedan son las de la antigua URSS…
NUEVATRIBUNA.ES - 18.3.2009

(Para Safe Democracy Foundation)

A pesar de que el problema mundial actual es la crisis económica y financiera, el presidente americano mira con atención el escenario geopolítico global. De hecho, acaba de entrar en el gran juego. Los días pasados, Estados Unidos se aproximó a Rusia, con importantes propósitos geoestratégicos.

Detrás de la metáfora delbotón rojoy y de las sonrisas cordiales entre Hillary Clinton y su homólogo ruso, no obstante, hay una cuestión. Las tropas americanas están en Afganistán y necesitan suministro. La vía que cruza Pakistán carece ya de seguridad. Las únicas opciones para Estados Unidos eran, pues, desafiar a Rusia –nunca una solución– o, solicitar su apoyo y cooperación. El precio de Rusia será mayor, especialmente debido a que los aliados europeos de Washington no apoyan la intervención de Rusia en Georgia, y, de cualquier manera, toda opción viable necesita de la cooperación del Kremlin.

LA CRISIS QUE ESTADOS UNIDOS DEBE EVITAR

La situación de Afganistán es extremadamente sensible y el presidente americano no puede evitar tomar una serie de decisiones en cuanto a la crisis. Ha declarado públicamente que reduciría sus objetivos en Irak y los aumentaría en Afganistán. Otra cuestión tiene como base la decisión de Rusia de frenar el suministro de gas natural hacia Ucrania y sus consecuentes disminuciones hacia Europa. Ello no afecta directamente a Estados Unidos, pero sí a los europeos. Como consecuencia, Obama ha llegado en un momento en el cual debe lidiar con tres áreas geopolíticas decisivas que confluyen entre sí, en el gran tablero mundial: Afganistán, Rusia y Europa.

Evidentemente, Obama no desea la continuación de la política del general David Patraeus en Afganistán, sino aumentar los efectivos en este país, para intensificar las presiones sobre los talibanes y abrir negociaciones con su grupo de militantes o al menos, con una de sus fracciones. Ello conllevará a la inclusión de los talibanes en un gobierno de coalición. Petraeus aplicó esta estrategia en Irak, en el caso de los insurgentes su¡nníes, siendo ésta la más probable estrategia aplicable también en Afganistán. Pero la situación de ese país se complicó por la crisis con Pakistán.

Aproximadamente tres cuartas partes de las ayudas y equipamientos de Estados Unidos y de la OTAN para Afganistán, llegan al puerto Karachi, en Pakistán, de donde se les transporta en camiones más allá de las fronteras, con destino afgano. La mayor parte de los combustibles utilizados por las fuerzas occidentales en Afganistán se refinan en Pakistán y se transportan por la misma ruta. Existen dos puntos de paso: uno, en la proximidad de la provincia afgana Kandahar, Chaman (Pakistán) y el otro, a través del paso Khybar. Los talibanes atacaron los depósitos, mientras que Occidente e Islamabad cerraron las rutas por algunos días, recordando a las operaciones del gobierno contra las fuerzas islámicas radicales. Mientras tanto, la situación de Pakistán se complicó por las tensiones con India. El gobierno indio declaró que los que organizaron el ataque de Mumbai de 26 de noviembre de 2008 eran pakistaníes, sostenidos por elementos del Gobierno. Tras Mumbai, el futuro de las relaciones entre los dos países es incierto, y la situación se puede inflamar aún más.

LA RETIRADA DE PAKISTÁN

Pakistán insistió sobre el hecho de que cualquier amenaza llegada desde India determinaría una retirada de sus tropas de la frontera afgana y su desplazamiento hacia el este; un número reducido de tropas estuvo ya trasladado. Además del impacto directo que la retirada de tropas pakistaníes podría tener sobre las operaciones dirigidas por los talibanes, un movimiento tal podría llevar al aumento de la vulnerabilidad de las líneas de suministro americanas y de la OTAN que atraviesan Pakistán. Las operaciones occidentales de Afganistán no pueden sostenerse únicamente por las ayudas que llegan por aire.

Por otra parte, una disminución de las rutas de transporte por Pakistán podría dejar a las tropas americanas de Afganistán en crisis. Puesto que Washington no puede predecir o controlar las futuras acciones de Pakistán, de India o de los terroristas, Estados Unidos debe buscar una alternativa a las rutas que pasan por Pakistán. Cuando miramos el mapa, evidentemente, las dos rutas que cruzan Pakistán desde Karachi son, lógicamente las mejores. Si éstas se cierran de manera intencionada, las únicas rutas viables que quedan, son las de la antigua URSS…

BENEVOLENCIA RUSA

Para complicar más las cosas, la participación de Turquía es poco probable sin el acuerdo de Rusia. La segunda opción supondría atravesar el territorio ruso, utilizando el Mar Negro, Ucrania, Bielorrusia, o la conexión con los países bálticos. Si Occidente opta por esta ruta, los rusos presionarán a Azerbaiyán y Turkmenistán a que no cooperen, mientras que Turquía podría encontrarse en una posición ingrata entre Estados Unidos y Rusia.

La complejidad diplomática del desarrollo de una tal ruta implicaría, además, las relaciones Washington y Moscú. Si se intenta encontrar una ruta que atreviese las fronteras próximas a Rusia, sin su acuerdo, el Kremlin podría percibirla como una provocación. Pero la obtención del acuerdo de Rusia podría suponer un ajuste de sus relaciones entre con Estados Unidos.

EL VÍNCULO CON EL GAS RUSO

El principal argumento de Obama en contra de la Administración Bush fue su unilateralismo, su falta de alianzas. Más exactamente, Obama se refirió al hecho de que la administración Bush alejó a los europeos, siendo incapaz de realizar una coalición. Continuando con esta lógica, significaría que uno de los primeros pasos de Obama sería solicitar la ayuda de Europa para aproximarse a Rusia, teniendo en cuenta, además, que la OTAN tiene tropas en Afganistán.

El problema actual, es que los europeos pasan por una crisis con Rusia, y Alemania es el principal actor implicado en su resolución. Como sabemos, la crisis es la del gas, y tiene el origen en Ucrania, país dependiente de Rusia, que le suministra dos terceras partes del necesario de gas. El último cierre aplicado a Ucrania a principio de 2009, afectó inmediatamente al resto de Europa, ya que el gas que pasa por Ucrania, tiene que llegar al continente.

Europa se encontró en una posición peligrosa, mientras que Rusia consiguió algunos de sus objetivos: presionó sobre Ucrania, en primer lugar. En segundo lugar, forzó una serie de estados europeos a negociar directamente con Moscú y no a través de la UE. Y en tercer lugar, creó una situación en la que los países europeos se vieron obligados a escoger entre el apoyo a Ucrania y el propio suministro. Berlín –por su dependencia del gas ruso– se vio en la situación de colaborar con Rusia para convencer a Ucrania a la hora de aceptar sus condiciones.

EL PRECIO DE LA COOPERACIÓN RUSA

Por ello, tal vez, Estados Unidos se ha aproximado directamente a Rusia. En el encuentro mantenido entre la secretaria de Estado estadounidense, Hilary Clinton, y el Ministro ruso de Asuntos exteriores, Serghey Lavrov, el pasado 5 de marzo de 2009, los dos países se comprometieron a empezar de nuevo.

Y sí, Rusia parece dispuesta a colaborar con Estados Unidos, ya que parece dispuesta ofrecer a los aliados occidentales su territorio para las comunicaciones terrestres. Sin embargo, es de esperar que, en breve, Moscú realice peticiones a cambio… Tal vez, pedirá una declaración según la cual Washington no presionaría la ampliación de la OTAN hacia Ucrania y Georgia. Actualmente, tal declaración resultaría simbólica, ya que Alemania y otros Estados europeos bloquearían de cualquier modo la ampliación.

Al mismo tiempo, Rusia podría solicitar una garantía de que ni la OTAN ni Estados Unidos construyan bases militares en las antiguas repúblicas soviéticas bálticas, Estonia, Letonia y Lituania (hay una patrulla de la OTAN existente ya en la zona báltica). Otra posible demanda de Rusia podría ser que Washington garantizara una eventual retirada de las bases situadas en Asia Central, a cambio de la utilización de bases para la actual compañía de gas de Afganistán. Otras peticiones podrían vincularse al freno de la instalación de escudos antimisiles en Polonia y la República Checa.

LUZ EN LA OSCURIDAD

Cabe esperar, pues, que Moscú modifique estas condiciones para cooperar con vistas a la realización de una ruta de suministro hacia Afganistán. ¿Desea Rusia que Estados Unidos reconozca la existencia de una antigua esfera de influencia en la antigua URSS? Tal vez, el flamante presidente americano no desee empezar su carrera haciendo una serie de concesiones a favor de Rusia, pero no puede permitirse dejar de asegurar el suministro de sus tropas en Afganistán.

Podría esperarse que no ocurriera nada en Pakistán, pero sería un espejismo, ya que este asunto dependerá de los talibanes. Por ello, deberá solucionar el problema, antes de que Afganistán se convierta en una grave crisis.

Su entrada en el gran juego geopolítico global no acaba más que empezar. Por cuanto a las relaciones Moscú-Washington, es esperanzador percibir cómo la nueva generación de presidentes intenta encender una luz en la oscuridad.

Silvia Marcu es investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Departamento de Geografía, del Instituto de Economía y Geografía. Es Doctora en Geografía e Historia por la Universidad Complutense, de Madrid, y Profesora de Relaciones Internacionales. Es autora del libro: “El Mar Negro: Geopolítica de una región encrucijada de caminos” (Editorial de la Universidad de Valladolid, 2007).

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