La selección española de balonmano buscará sumar dos puntos necesarios para afianzar su clasificación para el Europeo de 2010 de Austria ante la modesta Lituania, un rival con poco nombre, pero que intentará aprovecharse del cansancio de los de Valero Rivera.
España retoma su actividad internacional tras su fracaso en el pasado Mundial y tiene la obligación de no tropezar en el Kaunas Sport Hall para no complicarse innecesariamente la existencia en su camino hacia el torneo continental.
El combinado nacional ya cayó en Ucrania (25-23), con Javier García Cuesta de interino, y afrontará ahora dos salidas consecutivas ante Lituania y Holanda, donde espera llevarse los cuatro puntos, pese al cansancio acumulado por los internacionales.
Y es que el calendario es el principal enemigo de la selección. La mayor parte de los convocados por Rivera acumula un largo periplo de partidos y viajes, y todos ellos llegan de jugar la Copa del Rey en Granollers (Barcelona) y las lesiones han pasado factura a la lista inicial de la que se han caído Chema Rodríguez (Ciudad Real), Carlos Ruesga y Santi Urdiales (Portland San Antonio).
De todas formas, España tiene un potencial mayor que su rival, que buscará aprovechar con una defensa dura crear problemas a la actual bronce olímpico. Además, muchos de los convocados, no tienen tantos partidos acumulados y hay savia nueva como la de Dani Samiento (Reale Ademar), o Raúl Campos y Alvaro Ferrer (Fraikin Granollers), que tienen ante sí una buena oportunidad para convencer al seleccionador.
En el bando lituano, un equipo típico de los equipos del Este como Ucrania, no destacan jugadores de renombre en el panorama internacional, aunque en sus filas hay conocedores del balonmano español como Sabonis y Grosas (Cuenca 2016), o Stradzas, Eitutis y Cepulis (BM Lábaro Toledo, de la División Honor B). Hasta el momento, los de Miglius Astraukas suman dos empates, ambos ante Holanda (19-19 como locales y 25-25 en suelo holandés).
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