viernes, 6 de marzo de 2009

Inquietud en la UE por las nuevas tensiones entre Moscú y Kiev a raíz del gas

La crisis política que se vive en Ucrania hace peligrar el suministro de gas ruso a Europa. En los últimos días, los servicios secretos ucranianos han registrado la sede de Naftogaz en un intento de paralizar sus actividades, según ha denunciado la primera ministra Yulia Timoshenko.

“Si como resultado de las acciones policiales y de los arrestos de algunos oficiales no recibimos el dinero del gas -dice el primer ministro ruso- tendremos que interrumpir el suministro de energía a nuestros clientes en Ucrania y, tal vez, en Europa”.

La compañía estatal ucraniana Naftogaz abonó ayer a Rusia el 80 por ciento de la factura del gas de febrero y tiene hasta mañana para liquidar el resto de su deuda.

El subdirector de los servicios de seguridad ucranianos explica que no harán nada que interfiera en el cumplimiento del contrato gasístico. “Por el contrario -añade- ayudaremos en todo lo que podamos. Pero tengo que decir, que tenemos dudas sobre el contenido de ese contrato”.

En enero, la primera ministra ucraniana Timoschenko firmó, sin el acuerdo del presidente Yuschenko, un contrato por 10 años con la rusa Gazprom que ponía fin a la guerra del gas con Moscú. El conflicto afectó a gran parte de Europa.

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