martes, 13 de enero de 2009

La crisis reabre el debate sobre la energía nuclear en los países del Este

La 'guerra del gas' entre Rusia y Ucrania ha reabierto el polémico debate sobre la utilización de la energía nuclear en algunos países del Este de Europa que han sido duramente golpeados por la falta de combustible, como Eslovaquia y Bulgaria. La situación es tan grave que Bratislava y Sofía, junto con países como Serbia, Bosnia y Moldavia, han decretado el estado de emergencia energética para hacer frente a la penuria de gas. En Eslovaquia, las autoridades de este país centroeuropeo, que ingresó en la zona euro el 1 de enero de 2009, han decidido poner en marcha la central nuclear de Jaslovske Bohunice, que tuvo que dejar de funcionar el pasado 31 de diciembre, siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea (UE). El pasado domingo, los técnicos de la planta atómica, que está situada en el oeste de Eslovaquia, y fue construida en la década de los ochenta del siglo pasado, iniciaron los preparativos para poner en marcha uno de los reactores, que tardará unos seis días en estar en pleno funcionamiento.
La decisión del Ejecutivo de Bratislava, compuesto por socialdemócratas y dos partidos populistas y de derecha radical, ha sido mal recibida por Bruselas. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, recordó que «si el Gobierno eslovaco reabre la central, estará violando con claridad los tratados firmados» entre el país centroeuropeo y la UE. Por su parte, el primer ministro socialdemócrata eslovaco, Robert Fico, justificó la decisión de su Gobierno y destacó que Eslovaquia se ve en la obligación de reabrir la planta nuclear ante la falta de energías alternativas al gas, ya que prácticamente el 100% de sus importaciones proceden de Rusia y atraviesan el territorio de Ucrania.
Construido por la URSS
Eslovaquia se comprometió a finales de 2008 a cerrar definitivamente el último reactor de la planta, que fue construido por la URSS durante el comunismo. La decisión de Eslovaquia ha sido muy mal acogida por países fronterizos como Austria, cuyas autoridades aseguran que la central nuclear de Jaslovske Bohunice «no es segura». En un tono mucho más mesurado, Mirek Topolanek, el primer ministro de Chequia, que es el país que preside la UE durante el primer semestre de 2009, consideró que la medida tomada por Bratislava «es una demostración de que tiene voluntad de gestionar un problema que la Unión Europea no puede resolver para Eslovaquia». El pasado viernes, Chequia, que también se ha visto afectada por el conflicto, anunció, sin embargo, su intención de abastecer de gas a la vecina Eslovaquia.
Frente a lo que sostiene la UE, Robert Fico aseguró ayer de nuevo que la central nuclear cumple con «todos los criterios de seguridad», aunque reconoció que al tomar la decisión de reabrirla, «somos conscientes de que provocamos una violación del tratado de adhesión» a la UE. Eslovaquia ingresó en el club europeo en 2004. En Bulgaria, las autoridades también se están planteando poner en marcha un reactor de una central nuclear que estaba cerrada, aunque no han tomado ninguna decisión definitiva.

No hay comentarios: