domingo, 30 de noviembre de 2008

Beneplácito ruso por la postergación del ingreso de Ucrania y Georgia a la OTAN

Moscú, 28 de noviembre. La decisión de Estados Unidos de retirar su insistente propuesta de que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ofrezca un plan de ingreso rápido a las ex repúblicas soviéticas de Ucrania y Georgia causó satisfacción en el Kremlin, pero no alteró la intención rusa de modernizar su arsenal nuclear, que realizó hoy una nueva prueba exitosa de otro misil balístico.
Apenas unos días después del ensayo de un RS-24, misil balístico intercontinental con ojivas múltiples y base terrestre, en esta ocasión tocó el turno a un cohete Bulava, de similar alcance estratégico aunque más ligero y concebido especialmente para sumergibles, el cual fue lanzado desde el submarino atómico Dimitri Donskoi en plena inmersión.
Ésta fue la novena prueba de un misil de este tipo desde que se diseñó a inicios de esta década; las seis ojivas del Bulava impactaron blancos separados en Kamchatka. Después de cinco intentos fallidos, con éste ya van cuatro consecutivos, a partir de junio de 2006, que culminan con éxito, si bien en el anterior lanzamiento, en septiembre pasado, la trayectoria del misil fue correcta mas no se separaron todas las cabezas.
La puesta a punto de los Bulava es prioridad para las fuerzas estratégicas de Rusia no sólo porque ya se tomó, en agosto de 2007, la decisión de fabricar en serie este tipo de misil, sino debido a que, por sus características –entre otras, ubicación no fija en submarinos, facilidad para realizar maniobras de evasión al descender hacia el blanco y ojivas totalmente protegidas contra daños físicos y que pueden resistir una explosión nuclear a 500 metros de distancia– es uno de los tres componentes del arsenal nuclear ruso capaz de penetrar cualquier escudo antimisiles.
Pero, a diferencia de los Topol-M ya a disposición de las fuerzas estratégicas y los RS-24 que se incorporarán en 2009 a su armamento regular, aún no hay fecha para dar por terminada la fase de experimentación de los Bulava.
El presidente Dimitri Medvediev supo de la exitosa prueba del Bulava en Cuba, poco antes de concluir su visita oficial de dos días, y en vísperas de que comiencen en el Caribe las importantes maniobras navales conjuntas entre Rusia y Venezuela.
En ese contexto, según declaraciones reproducidas por las agencias rusas, Medvediev expresó hoy su satisfacción por el cambio de actitud de Estados Unidos respecto al inmediato ingreso de Ucrania y Georgia a la OTAN.
“Estoy satisfecho de que haya prevalecido el sentido común, aunque es una lástima que esto ocurra en los últimos días del gobierno (saliente) de Estados Unidos”, afirmó Medvediev a la prensa en La Habana.
“Cualquiera que haya sido la razón, la presión europea o lo que fuera, lo principal es que ellos (los estadunidenses) ya no presionan con tanta ferocidad y de modo tan absurdo”, añadió el titular del Kremlin.
Para Medvediev, “primero es necesario que estos países (Ucrania y Georgia) arreglen sus asuntos internos, celebren referendos y luego hagan lo que les plazca”.

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