miércoles, 17 de septiembre de 2008

Crisis política en Ucrania al consumarse la ruptura de la coalición gobernante

El presidente del Parlamento ucraniano, Arseniy Yatsenyuk, declaró ayer disuelta la coalición de gobierno derivada de la «revolución naranja» de 2004, por lo que ahora se abre un camino de complicadas conversaciones para encontrar una alternativa viable que permita cerrar la crisis de Gobierno. La alianza estaba integrada por el partido del presidente ucraniano, Viktor Yushchenko, y por el de la primera ministra, Yulia Timoshenko. Estos dos dirigentes eran aliados durante la revolución de 2004, pero una vez en el poder han mantenido disputas con frecuencia que les han situado a la una en el campo prorruso, y al otro, en el occidental. Timoshenko afirmó ayer que el Ejecutivo seguirá funcionando sin problemas pese a la disolución de iure de la coalición, que ya se deshizo de facto semanas atrás al abandonarla la formación encabezada por Yushchenko. Ahora, la solución es que alguno de los grandes partidos encuentre el modo de recomponer una nueva coalición o la convocatoria de elecciones anticipadas. Según la Constitución de Ucrania, el jefe del Estado está facultado para disolver la Rada Suprema (Parlamento) y convocar elecciones anticipadas, en caso de que no se estructure una nueva mayoría parlamentaria en un plazo de treinta días. El 3 de septiembre, en un mensaje televisado a la ciudadanía, Yushchenko denunció que en la Rada se había formado de hecho «una nueva mayoría que no se basa en los intereses ucranianos, del Estado», en referencia al Bloque de Yulia Timoshenko (BYT), el Partido Comunista y el prorruso Partido de las Regiones.

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