sábado, 16 de agosto de 2008

Después de Georgia, ¿surgirán nuevos conflictos separatistas?

En febrero, las potencias occidentales dieron su visto bueno a la independencia de la provincia separatista serbia de Kosovo, y los que se oponían afirmaron que semejante decisión alentaría una ola de violencia separatista en Europa. Actualmente, con las cicatrices del conflicto bélico en Georgia aún abiertas por el enfrentamiento en las provincias separatistas de Abjazia y Osetia del Sur, los países occidentales se preguntan inquietos si estallarán otros conflictos en la región de la ex Unión Soviética. La independencia de las provincias georgianas "indudablemente alentará iguales ambiciones" en Transnistria, una región de Moldavia, situada entre Rumania y Ucrania, señaló Christopher Langton, analista de seguridad del Instituto Internacional de estudios estratégicos de Londres. El debate sigue siendo cuál fue exactamente el papel que cumplió Rusia en el conflicto con Georgia, mientras Tbilisi acusa a Moscú de haber realizado una operación agresiva y Moscú sostiene que únicamente intervino para proteger las vidas de la población civil.
Analistas occidentales coinciden en que, antes del conflicto, Rusia era el principal sostén de las regiones secesionistas georgianas, en particular una vez que Georgia se pronunció a favor de ingresar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) en 2003. También dicen que la acción militar rusa es una advertencia para Ucrania y Moldavia, antiguas repúblicas soviéticas, que muestran una inclinación hacia Occidente.

Amenaza. Moscú cuenta tanto con una fuerte presencia militar como con un amplio respaldo popular en Transnistria y en la península ucraniana de Crimea, cedida por Rusia a su "hermano socialista" en 1954. Y los analistas afirman que, dada la negativa de Otán a actuar como ente regulador en otras expansiones del este europeo, Moscú podría llegar a creer que la mejor manera de estancar ese proceso sería promover la secesión de las dos áreas mencionadas. Pero, ¿es probable que Rusia decida respaldar una eventual secesión de Crimea o Transnistria dada la tormenta que se desató en su contra por la operación en Georgia? Esta opción no puede ser descartada a largo plazo debido a que uno de los principales objetivos de Rusia en materia de política exterior es reconstruir su influencia en Europa en detrimento del poder que ejerce la Otán. Líderes rusos han afirmado que la propuesta de la Otán de una eventual membresía de Georgia y Ucrania es considerada directamente una amenaza. Y eso es lo que les otorga a Crimea y Transnistria, ambas regiones dominadas por Rusia en la zona fronteriza de Ucrania, una gran relevancia estratégica.
Rusia tiene su atención puesta en los efectos postreros del enfrentamiento con Georgia y algunos de los países de la Otán afirman que el conflicto es una prueba de que Georgia aún no está a la altura de su ingreso en la alianza. Pero algunos de sus miembros clave como Estados Unidos ejercen presión para que Ucrania y Georgia puedan ingresar, por lo cual existe el peligro de que Rusia termine creyendo que no tiene otra alternativa que debilitar a sus vecinos antes de que sea demasiado tarde.

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